morneo escribió:PD: Irulan, eres mala, que ya la has visto
Pozi
Tenía muchas ganas de ver esta película y no me ha defraudado en absoluto. Al contrario, me ha encantado.
Paul Verhoeven demuestra estar en plena forma, si es que alguna vez no lo ha estado (su trilogía
trash norteamericana -
Instinto Básico,
ShowGirls,
Starship Troopers- tiene para mí mucho encanto) y nos presenta su retorno a Europa de la forma más arriesgada. Una película que habla de hechos reales, de su país (Holanda) y rodada precisamente en holandés con algunos fragmentos en inglés.
El director logra, a lo largo de las dos horas y media de duración del film, captar de forma total la atención de espectador. Es imporsible apartar la mirada de la pantalla, ni siquiera para pasar el reloj. La película cuenta demasiadas cosas y es demasiado interesante.
Y eso que el tema, a priori, no es demasiado original: judíos y Segunda Guerra Mundial. Hay muchas maneras de hablar de una guerra, y en este caso Verhoeven se aleja de las trincheras para centrarse en las ciudades, en vidas individuales (tal y como sucedió en otros dos títulos imprescindibles:
La Lista de Schindler y
El Pianista) . Solo que, a diferencia de los films antes mencionados, aquí todo es menos "moral", y la línea que separa a los buenos de los malos es mucho más ambigua. Para Verhoeven, hay buenas y malas personas en todos los bandos, porque todos somos capaces de lo peor (lo vemos en los nazis y en lo que muchos holandeses hacen tras perder aquellos la guerra, por ejemplo). Esto no quita para que nos encontremos algunas escenas terriblemente duras, ni para que queden retratadas con frialdad todas las maldades y miserias de la guerra, pero el tono del film, a pesar de su final "no tan feliz", no es tan derrotista. Como demuestra entre otras cosas el uso de una fotografía cálida y de colores brillantes.
Pero sin duda, la decisión más valiente del director es hacer que su película de guerra -que más que nada quizá sea un thriller, como ya sucediese el año pasado con
Munich- esté protagonizada por una mujer (siendo el género eminentemente masculino). Carice Van Houten (totalmente desconocida para mí) se come la pantalla y soporta toda la película con una fuerza brutal. Ella es el gran y mejor acierto: una mujer de verdad. Ni una damisela en apuros, ni una bruta, ni una super-heroína, ni alguien débil. Ni siquiera una herramienta "sexual" de Verhoeven (su gusto por el sexo es algo que nunca ha escondido, ni siquiera aquí). Su Rachel/Ellis es un personaje ante todo vivo, con sus mejores y peores momentos, con sus buenas y malas decisiones. Es un personaje con el que es imposible no empatizar (pero sin caer en sentimentalismos facilones). Ella es además el eje principal de la película, a través de ella conocemos la historia, pero siempre sabiendo que lo que importa, en el fondo, son las vivencias de esta mujer. Una joven que perdió a su familia y que a la búsqueda de venganza se convirtió en espía para la resistencia, sólo para descubrir mentiras en ambos bandos y vivir una vida tremendamente difícil.
Lo dicho, para mí una película altamente recomendable, un lujo.