Bien interpretada y realizada, me ha dejado, no obstante, un poso de ligera decepción. Tal vez porque iba con las expectativas muy altas o porque el enfoque de Jim Sheridan está ya muy trillado:
En el nombre del padre alberga en su interior varias películas en una; atmósfera hiperrealista en la Irlanda de los 70s, melodrama familiar, melodrama procesal y, finalmente, drama carcelario. Y aunque todos ellos se desenvuelven la mar de bien, ya se sabe que quién mucho abarca, poco aprieta.
Daniel Day-Lewis, pese a lo esforzado de su actuación, sobreactúa por momentos, restándole algo de fuerza a la denuncia y al tono pretendidamente realista. Pete Postlethwaite está estupendo, como siempre, y Emma Thompson, la verdad es que no sale mucho, pero tb cumple con creces. La reconstrucción de sucesos reales resulta, como bien habéis dicho, espeluznante, pero repito que hay algunos momentos poco creíbles y/o demasiado exagerados que perjudican la cinta, concesiones puramente cinematográficas que intentan impresionar y se quedan en efectismos baratos. Ejemplo:
Las torturas sobre los 4 acusados para firmar su declaración, el atentado incendiario contra el jefe de los carceleros, etc...
En cualquier caso, sigue quedando un drama muy sólido en el que dos personas, padre e hijo, intentan protegerse mutuamente frente a la suerte que les ha tocado en gracia. Película notable, pero en su momento me gustaron más
Agenda oculta y
El general, versadas tb en el mismo tema. Os las recomiendo.
Nota: 7/10