Yo también soy de los que - quizá por mi pobrísima experiencia en relaciones amorosas
- se han quedado algo fríos con esta película. Las actuaciones me parecen correctas, sin duda, pero no soy capaz de comprender la psique de los personajes. ¿El médico (Owen) no estaba muy enamorado de la fotógrafa (Roberts)? Entonces, ¿por qué se fue de putas en cuanto pasó un fin de semana fuera? Quizás es que simplemente es un putero, uno de esos tíos que tiene a la mujer como una sirvienta personal en casa pero no por eso renuncia a "picar entre horas". Pero, ¿se puede ser así y al mismo tiempo ser un tierno enamorado, delicado y sensible? ¿Y sincero? Porque lo cierto es que nada más llegar le dice que se ha ido de putas, con toda la calma del mundo... pero no tanta como la de ella, que en lugar de arrojarle el cenicero de bronce a la cabeza, se queda como quien oye llover. ¿Está ella enamorada de él? ¿O es que está con el otro (Law) y por eso no le importa que le pongan los cuernos? Y si no le importa, ¿a qué viene esa cara de amargada? ¿No sería mejor agarrar la magnífica excusa que le brinda el adulterio de él para pillar la maleta y largarse con su amante? Que a él, a pesar de todo, le moleste que ella lo abandone, eso ya no me sorprende, aunque lo raro es que no la rocíe en gasolina y la prenda fuego; así, al menos, suelen reaccionar esos personajes en España. Aunque claro, llegados a este punto ya no tenemos nada claro si él es un hombre romántico, inteligente y sensible o una polla atada a un hombre. O quizá es que no es de Alicante, sino de Urano.
Entiendo algo mejor a la otra pareja. Empecemos con el de Natalie Portman: una chica con una infancia difícil, que entra muy joven en el negocio del sexo y llega huyendo de su pasado a un nuevo país. Sigue siendo insegura e inmadura por dentro, pero al mismo tiempo ha visto muchas cosas y conoce muy bien la naturaleza masculina. Se hace raro, no obstante, no ya que llegue a enamorarse del escritor fracasado (Law), sino que lo espere tras su ruptura. Una mujer como ella debe haber sufrido lo bastante como para aprender a cicatrizar corazones, si es que aún le queda corazón.
Y al único que entiendo (quizá porque su actuación sea mejor, quizá por el guión) es a Jude Law. Él es el veleta. Tenía novia pero la dejó por Alice (Portman), que le gustó más, y luego a ésta por la fotógrafa (Roberts), y cuando ella lo deja trata de volver con Alice, que pasa de él. Esto es más comprensible. Aunque el personaje de Jude Law pueda parecer culto, inteligente, sofisticado y encantadoramente romántico, en realidad es un tipo vacío. Se enamora de la novedad, pero enseguida se cansa y busca nuevos sabores, nuevas sensaciones...
La película me dejó un sabor a falsedad. No por la historia, ni por los actores, sino por la propia película. Para empezar, en una historia subtitulada "cegados por el deseo" el deseo brilla por su ausencia. La historia es aséptica. Hay escenas que podrían haber dado esa sensación de historia "caliente" (el chateo, la discusión entre Owen y Roberts sobre cómo y cuánto follaba con Law, la escena en el club entre Owen y Portman) pero están muy mal rodadas. Falta sexo. Expliquémonos: la escena del cruce de piernas de Sharon Stone en "Instinto Básico", ¿sobraba? ¿Era un desnudo innecesario? Sí... y no. Esa escena en concreto se podría haber suprimido, pero ALGUNA otra debería ponerse en su lugar. Porque en "Instinto básico", que por lo demás es una peli muy normalita, se respira una atmósfera de sexo y crimen, que es precisamente lo que la peli necesita (de hecho creo que es la única virtud del filme). La escena del chateo es bastante fría (el chat, ya de por sí, es un medio bastante frío) a pesar de los esfuerzos de Owen por tratar de parecer salido, y todavía más la del club de striptease.
No se trata de que haya que enseñar "carne", no. Así, a vuelapluma, se me ocurren por ejemplo "Lost in translation" o "La flaqueza del bolchevique" como muestras de películas con muchas escenas altamente sensuales y que ni siquiera muestran un escote. Pero es que vamos, esa escena con Clive Owen hablándole a Natalie Portman en plan:
"... y así se explican las consecuencias de la devaluación del besante bizantino sobre la economía veneciana y el transporte marítimo de mercancías perecederas en el Egeo. Enséñame el coño, que voy a explicarte las influencias hegelianas en la filosofía de Schopenhauer" No sé, no sé... reconozco que no voy a esa clase de locales, pero si un día me encierro en un privado con una stripper no creo que saque a relucir mi vena más pedante. Vaya, que no conseguí ubicarme... La gente no habla así en la calle. Aunque se usen palabras como "correrse", "mamarla", "polla" y demás, lo lógico es gritar en medio de una discusión, interrumpir al otro, insultarlo o incluso liarse a hostias. Incluso para ser británicos son demasiado fríos. Fríos como peces.