Devil Akuma escribió:Me ha gustado
¿No creeis que Jauma Balagueró ha copiado a lo largo de sus filmografías esta película? Me reifero a los momentos de terror con las sacudidas de cabeza rápida y la gente sin rostro o con él difuminado...
Pues tienes toda la razón del mundo
Como ya existe crítica, dejo la que he puesto para mi blog aquí:
En el extenso subgénero del cine bélico dedicado a la guerra de Vietnam, existen películas como Nacido el 4 de julio o El cazador más dedicadas a las secuelas de la guerra, sin importar cuál sea ésta, que a la guerra en sí. Adrian Lyne se aproximó a este tema con una película mezcla de varios géneros y temas, y cuyo principal mérito es el ambiente onírico que se respira en todo el film. Sin embargo es precisamente esa mezcla de géneros la que produce una confusión tal de guión que al final del todo uno se plantea si la historia se puede coger por algún sitio y si nos han contado algo realmente coherente y estable. Una buena definición de La escalera de Jacob puede ser la de una película a la sombra del cine de Lynch pero que no llega a ser tan redonda ni completa en su planteamiento de guión.
Porque efectivamente la película arranca con una fuerza tremenda gracias a una brillante escena en el metro de Nueva York. Lyne nos aterroriza y nos hace movernos en el sillón a la vez que nos presenta una historia con tintes sobrenaturales y un personaje confundido y asustado como el de Jacob, interpretado muy correctamente por Tim Robbins. Jacob luchó en Vietnam y años después comienza a sufrir pesadillas por culpa de los recuerdos de la guerra. La primera media hora de metraje profundiza en este terror inicial pero, cuando uno quiere más, la trama se para en seco y pasamos a la fase thriller en la que Jacob, junto con algunos ex-compañeros de guerra, intentará resolver los misterios que les persiguen a todos. Cierta implicación del gobierno americano y sus experimentos se sugieren, pero de una manera no demasiado profunda y sin demasiado interés. El paso siguiente es el drama y la resolución final, incoherente a todas luces con unas cuantas cosas de lo anteriormente visto. Lo mejor es abstraerse y creerse el final, porque a nivel de guión la película pretende abarcar mucho y aprieta poco. Demasiados géneros no solapados sino consecutivos, que hacen perder el foco de la historia en varias ocasiones y despistar al espectador, que no sabe si quedarse con los demonios del comienzo, las pesquisas del medio o los recuerdos del final.
Así todo, lo que realmente destaca en la película de Lyne son las intenciones y su manera de rodar una historia de terror y thriller. Con una dirección interesante y en algunos casos adelantada a su tiempo, Lyne rueda escenas que individualmente son muy buenas, aunque pierdan en el conjunto. La escena inicial en el metro es una de las mejores escenas de terror nunca rodadas, pero también hay otras de tensión y confusión igualmente logradas. Todo ello rodeado de una ambientación mitad onírica mitad deprimente con una Nueva York alejada de lo que vemos en las postales, sucia y ochentera totalmente. Las escenas de Vietnam son modestas en comparación a otras películas pero tienen la fuerza necesaria y provocan lo que pretenden, la inquietud del espectador.
La escalera de Jacob resulta así una película que no llega a ser ni de terror, ni thriller, ni drama, rodeada de cierto ambiente Lynchiano buscando la confusión del espectador a base de giros y escenas que buscan agitar al espectador. El resultado final no es particularmente brillante a nivel de guión, pero sí supuso una pauta para el cine de thriller sobrenatural que llegaría con los años gracias a films como El sexto sentido, y nos dejó alguna de las mejores escenas del terror de los años 80.
6,5/10