por _Jesu_ » 30 Ago 2003 10:13
Obra maestra.
Es, bajo un punto de vista totalmente subjetivo, el mejor y más completo musical de todos los tiempos. Quizá haya sido efecto rebote de ciertos bodrios que me he comido casi por obligación, pero la emoción y la euforia que sentí viendo y durante las horas, días posteriores a "Cabaret", convierten a esta película en un nuevo punto de referencia para mis instintos más cinéfilos.
Luces apagadas, el Kit Kat Klub es tamizado por un vidrio que transforma la platea en un cuadro de Munch. Es la realidad de Alemania en pleno ascenso fascista, la expresión de un grito de angustia entre el decadencia, un punto de libertad entre el régimen nazi: sean ustedes bienvenidos al "Cabaret".
La caricatura incisiva creada e inmortalizada por Helmut Griem abre la película con un inofensivo número en el que podemos admirar por primera vez la magnífica coreografía y dirección de Bob Fosse, y la espléndida fotografía, indispensable para el resultado final. Aparentemente, un musical como otro cualquiera, de impecable acabado, pero frívolo como el propio género. Sin embargo, entra pronto en escena Liza Minelli y derrumba todos los prejuicios.
"Cabaret" es ella hasta límites insospechados, ya que realiza una creación arrolladora, vitalista, emocionante, natural... Se funde con su personaje, le aporta humanidad, ternura, sentimiento y estrecha las relaciones del público con la pantalla, nos introduce en la historia desde el primer momento en que nos pide un cigarrillo. Derrocha talento a raudales, con ingenuidad, con esa mirada que nos desarma, a la vez que despliega su portentosa voz, sus sensuales contoneos y su picaresca en los escenarios.
Consigue que nos olvidemos de su físico poco agraciado y nos enamora. Eso es, en definitiva, una verdadera interpretación, un Oscar merecidísimo que nos da una tremenda lástima al ver como se malogró con malas películas y peores compañías. El triste destino que le marcó su madre, Judy Garland y que aún hoy está sufriendo. A su lado palidece Michael York, correcto actor que da vida a un dubitativo muchacho, sin identidad sexual y en contra del régimen.
Pero, si bien he nombrado la confesa frivolidad del musical por norma general, pronto los números del Kit Kat Klub adoptan el rol de narrador omnisciente, de moraleja del desarrollo de la trama. Metáfora, crítica, caricatura... El poder de las coreografías es fascinante, con una puesta en escena brillante, con una lírica riquísima y con unas interpretaciones memorables. "Money" o "Cabaret" son momentos álgidos dentro de la cinematografía mundial y su colocación en el guión es obra de suma inteligencia y sutilidad. Porque "Cabaret" es, ante todo, una historia, una tragicomedia en la que los personajes están descritos con minuciosidad, en un telón social difícil y reflejado a base de sabias pinceladas.
Un clima de cambio y de represión que va creciendo paulatinamente y hasta su consolidación, momento que cierra la película, nos despide de la libertad, la tolerancia y el vigor del cabaret. Un final redondo y contundente, audaz y demoledor para una película que, vista en pantalla grande, devuelve el sabor del buen cine, aquél que realmente marca un antes en nuestras vidas.