La película no está mal, pero sale perdiendo en todos los aspectos si la comparamos con la fabulosa
Días sin Huella de Billy Wilder. Y no es que la película sea mala ni nada de eso, porqué a mi me ha parecido entretenida durante hora y media. Lo que pasa es que llegados a ese punto, empiezas a mirar el reloj porqué el ritmo decae considerablemente y su final se hace cada vez más obvio.
Lo mejor de la película son las interpretaciones de Nicolas Cage, aunque sospecho que es un papel para su lucimiento personal, y Elisabeth Shue.
Otra cosa buena es
que pese a que durante un momento llegamos a dudar de si Ben logrará superar la adicción gracias al apoyo y al amor de Sera, finalmente la adicción se impone y Ben muere. No cabía otro final.
La banda sonora, con algunos temas interpretados por Sting, es también otro punto fuerte de la película.
Le doy un 6’75/10.