Lola tiene uno de sus buenos días y, para sorpresa de todos, aparece con un nuevo novio, un tipo llamado Mario que a Tino le da muy mala espina porque no le importa que Loa sea bipolar y alcohólica, así que empiezan a sospechar que oculta algo.
Sin embargo, la preocupación de Tino por Lola a quien mosquea es a Alicia, que no olvida que Tino se estuviese acostando con ella durante años, y cuando descubre de boca de Candela que les ha estado pasando dinero todos los meses, monta en furia.
Sin embargo, Tino se salva de la quema cuando descubre en la cámara de fotos de Mario que éste ha estado haciendo fotos de todos los campistas, haciéndole ver a Alicia que Mario no es trigo limpio, pero la confirmación definitiva viene cuando mete a Chema y Faustino en la cámara frigorífica a golpe de pistola.
Al final del episodio se descubre que el tal Mario en realidad es un detective privado contratado por el alcalde para vengarse de ellos y echarles del cámping.
Entre medias de toda esta acción el tema más cómico del episodio es la forma en la que Paulino reacciona al conocer que Chema es gay.
Para acabar, una frase de Charo cuando ve a su hijo presionado por los marqueses, que le van a pagar las tasas del examen a cambio de la mitad de su sueldo de juez cuando se la saque: "Es mi hijo, yo no puedo verlo sufrir... mejor me voy"
Saludos.