Aprovechando el tirón de Governator creo que es el momento perfecto para recordar y hacer una reseña de "Terminator 2: El juicio final"; que a día de hoy creo que es una de las mejores películas de acción de la historia del cine (aunque debo admitir que las películas de acción no son de mis preferidas y si las he visto , son muy pocas las películas de acción que me parecen buenas, aunque si uno me recomienda buenas, bienvenido sea ) que he visto , porque contiene quizás todo lo que hace falta para entretenerse en una película de este género.
Empezando por el protagonista, el propio T-800 protagonizado por Arnold Schwarzennegger , un actor que generalmente no suele gustarme mucho, por no decir nada (de hecho es uno de los motivos esenciales por los que Conan,el Bárbaro no me trasmite mucho) y sin embargo creo que el papel de Terminator le viene del 10 , sencillamente porque la inexpresividad del propio Arnold es perfecta para la máquina ,le da un realismo colosal ( como bien dijeron en la noticia de que Arnold volvía a T5 , no le hace falta maquillaje) hasta el punto de lograr grandes escenas cómicas como las de cuando John Connor (bien interpretado por Edward Furlong , aunque tampoco creo que hubiese sido necesario mostrarlo tan rebelde al prinicipio del film) le enseña a sonreír o cuando le explica porqué matar es malo . Al mismo tiempo, es quizás el único personaje de la película que acabará siendo realmente humano (posiblemente gracias a Connor) pues si nos fijamos: Sarah Connor se volverá loca y en un arrebato querrá matar directamente a Dyson o la escena en la que se ve que hasta los niños juegan a dispararse entre sí; el Terminator pese a ser puro circuito, irá aprendiendo de todo esto. Pocas veces se ha visto una máquina tan humana (ahora mismo solo me vienen a la mente ejemplos como Hall 900 o C-3PO y R2-D2 en 2001: Odisea en el Espacio y La Guerra de las Galaxias, pero seguro que hay más).
Son momentos muy curiosos con los que el público se identifica y que hacen que se entreguen, sin pararse dos segundos a pensar, a las brillantes escenas de acción que luego vendrán y que se hallan brillantemente resueltas (aquí es donde Cameron demuestra su magistral capacidad para dirigir escenas de acción si conseguir el anticlímax, aunque de eso hablaré más adelante).
Los otros sustentos interpretativos del film se hallan en las interpretaciones de Linda Hamilton como Sarah Connor y Robert Patrick como el T-1000. La primera consigue aportar cierta carga moral a la película y es quizás el personaje más sensible (sin caer en el sentimentalismo barato) de la misma; es la que de verdad conocerá los dos lados de un T-800: el benigno en esta entrega y el maligno en la anterior. Otro de los puntos fuertes del personaje es su evolución, prácticamente se ha convertido en el Kyle Reese quién la salvó en todos los sentidos que se puede salvar a una persona (eso sí que es salvar y no lo de Titanic, también de Cameron) en la primera Terminator. Respecto a Robert Patrick, estamos sin duda ante un grandioso villano (muchísimo mejor que la horripilante y espantosa T-X de la tercera y olvidable tercera entrega), implacable y cruel en todo momento, con habilidades mucho mayores que el T-1000 y que consigue importantes secuencias de tensión en el film como las de la secuencia final de la fábrica
Los efectos visuales (que no fueron justamente sino evidentemente oscarizados) recubren la mayor de la película poniéndose al servicio de la misma y no al contrario, como debería ser habitual en este tipo de films. La banda sonora musical también mejora.
Pero si hay alguien a quien debemos agradecer este logro es a James Cameron, un director excelente de acción que ha demostrado saber usar como nadie los recursos tecnológicos del cine y llevarlos más allá; un gran artífice del entretenimiento (sin llegarle a los talones, eso sí al gran Steven Spielberg quien no solo sabe llevarlos más allá sino que casi siempre consigue con ellos, unas películas de gran sensibilidad como El imperio del Sol que ya comentaré a posteriori). Si bien solo hay que achacarle a la película una cosa y es el hecho de tener un guion muy poco trabajado hasta el punto de que Terminator 2 parece un remake (muy mejorado eso sí) de la anterior Terminator con todo por duplicado (dos Terminator frente a uno, dos víctimas frente a una, escenas de coches y choques como los de la primera entrega mucho más colosales o una final en la fábrica aún más difícil que el de la anterior.
Para exterminar con éste comentario
, debo decir que en líneas generales, la gente suele decir que esta secuela es mil veces mejor que la primera, algo injusto, pues creo que una depende de la otra. Lo lamentable son las que vinieron a posteriori, la irritable Terminator 3 y el refrito (algo mejor de lo habitual) de Terminator Salvation y , si por mi fuera , que no hubiese Terminator 5 , pues este tipo de cosas no hacen más que oscurecer las dos primeras y brillantes películas.