Una de las mejores películas que he visto. Tanto en fotografía, como el guión, las interpretaciones...
Como leí hace tiempo en alguna otra crítica, Robert Mitchum encarna en esta película el mal absoluto, personificado en la figura de un predicador, que tiene "linea directa" con dios. La interpretación de Mitchum me parece, simplemente una simbiosis perfecta con su personaje. Llegas a creerte que ese monstruo existe.
El genio Laughton, en su única película como director (derivado este hecho del fracaso comercial el año de su estreno), nos introduce en un cuento de terror, una fábula empapada en tintes oníricos, que te atrapa, te seduce y te aterra a partes iguales.
Destacar la banda sonora, con un fragmento simplemente delirante, en la escena de la barca por el rio, con la araña en su tela en primer plano.
En mi opinión, una película perteneciente al grupo escogido de las que juegan "en otra liga"; imprescindible.
10/10
Tres escenas memorables (de muchas):
1ª) Cuando Harry Powell (Mitchum) llega a la casa de la señora y se acerca como un lobo, tratando de engatusarla para convencerla de que los niños son sus hijos, agarra el pomo de la escalera y por el ángulo de la toma su mano parece mas grande de lo que es, como una garra, me parece una toma impresionante.
2ª) Cuando persigue a los niños en la orilla del rio, y se lanza al agua a por ellos, pero la barca escapa y el lanza un alarido que parece no humano.
3ª) Escena en la que el va a matar a la madre de los niños, y se inclina sobre ella empuñando la navaja, dando la impresión de que levita sobre ella, a punto de descargar el golpe.