Me parece la película-globo de la temporada, es decir, muy hinchada pero llena de aire y nada más que aire. Por partes:
Para mí esta película se compone de una secuencia, que es la única de acción, aquella en la que madre e hijo son arrastrados por el imparable tsunami en medio de torrentes de basura; ahí Bayona pone toda la carne en el asador y le sale una escena impresionante, de una fisicidad y un realismo escalofriantes y una capacidad de inmersión fuera de toda duda (para ver en pantalla grande, claro, imagino que en la tele no tendrá el mismo efecto). En serio, tremenda. Lamentablemente para mí el interés de la película acaba ahí, es decir, al de 20 0 30 minutos de metraje. Lo que a continuación sigue me ha parecido una larguísima apostilla a esa primera escena de catástrofe, y es que me daba continuamente la sensación de que Bayona ha rodado esta historia como podía haber rodado otra cualquiera, no porque le interesara particularmente ningún aspecto de la misma, ni siquiera porque tuviera nada que decir acerca de la odisea de esta familia, simplemente porque era una anécdota que quedaba de puta madre para realizar una cinta "emocionante" y "de calidad" destinada a romper taquillas. Que no es que eso sea algo malo de por sí, muchos directores actúan bajo ese paradigma y les salen pelis muy buenas, pero en este caso a mí no me ha convencido, le he visto demasiado las costuras, demasiado las intenciones de gustar a toda costa sin tener realmente nada que contar ni ningún punto de vista que ofrecer sobre semejante tragedia. También hay que decir que la película no cae en lo edulcorado y machacón de muchas de estas producciones made in Hollywood, y que mantiene un realismo a la hora de representar el dolor físico y la destrucción de un cuerpo (el de Naomi, que dolor verla así...) agradecible, así como cierto verismo a la hora de poner en escena los momentos más pornográficamente sentimentales (ejemplo, la llamada de Ewan a su suegro), pero repito que todo me parecía un "bonito" (lo pongo entre comillas porque no es bonito, pero ya nos entendemos...) envoltorio para envolver la nada más absoluta, una anécdota sin más chicha que el "la familia que se ama jamás será separada" (¡toma nivelazo!) alargada hasta la extenuación para retorcer las emociones de un espectador predispuesto a "pasarlo mal" de la manera más cómoda moral y emocionalmente posible, pues no existe ningún conflicto, todos los personajes son guapos y bondadosos, no hay ninguna injerencia de carácter social o político (cuando la situación se prestaba bastante para ello, la verdad)... vamos, que todo es muy blanco e inofensivo a pesar de la dureza de sus imágenes.
Pero además es que ni siquiera como producto puramente comercial veo que acabe de funcionar, y en este sentido lo que más me ha chirriado es la manera de Bayona de plantear la estructura del filme, dividiéndolo en dos partes separadas que en realidad acontecen a la vez, y que hubieran tenido mucho más efecto si se hubieran desarrollado de forma paralela mediante el montaje (como ocurrió en la realidad), dando la sensación de que Bayona tiene miedo de combinarlas no vaya a ser que el espectador se le distraiga, optando por una estructura de director principiante al que le da miedo la narración paralela y las complicaciones que esta conlleva. También me ha parecido muuuuuuuuy cutre que después del calvario vivido por la madre y el hijo mayor la experiencia del padre y los hijos pequeños en el momento del choque de la ola se nos escamotee, como si se hubiera descargado toda la artillería con esa primera secuencia y no quedara nada para los otros, reduciéndolos a un comentario de pasada en boca de McGregor, que a mí me pareció casi una burla al espectador
(no me jodas, ¿me estás diciendo que dos niños de cinco y siete años escaparon de dos olas gigantes del copón subiéndose a una palmera y ya está (que encima en el momento del choque estaban con el padre en la piscina, toma trampa de guión al canto y sin vergüenza)?, ¿sin heridas ni rasguños, ni ningún trauma psicológico visible? Porque vamos, yo tengo 21 años y si me veo en esa situación fijo que me da un ataque de ansiedad como mínimo, e imagino que a casi todo el mundo le pasaría lo mismo, que me intenten hacer creer que esos críos han vivido la experiencia como quien se monta en el tren chu-chu, en fin... muy mal)
Pues eso, un soufflé que me ha dejado completamente indiferente y del que sólo salvaría esa escalofriante escena de acción que tiene el mérito de haberme echo sentir arrastrado por un tsunami, una de esas situaciones que NO me gustaría vivir pero que aprecio que el cine permita experienciar sin riesgo real.