Luis Tosar no es un actor que yo apreciase demasiado hasta ahora, pero aquí hace el papel de su vida, es el 50% de la película. Eso hace deslucir bastante a otros actores, como los que interpretan a los funcionarios y negociadores del gobierno. Y el que se lleva la peor parte es el coprotagonista, ya que comparte planos contínuamente con Malamadre y claro, aunque el pobre hace lo que puede, Tosar se lo come en medio bocado.
Muy buenos todos los demás secundarios, especialmente los que interpretan a los reclusos, te los crees total y absolutamente.
Sin embargo, he visto un guión con muchos claroscuros, tiene agujeros del tamaño del de la capa de ozono, aunque por otra parte mantiene el pulso y la tensión y sabe dosificarse, pero hay algunas cosas que no tienen pies ni cabeza, y eso desde el inicio:
Hay muchas cosas inexplicables. Para empezar que a los negociadores les importe un pijo la vida del funcionario rehén, el que está esposado a la reja. Que den prioridad a la vida de los etarras antes que a la de los funcionarios, o que
Como ya se ha dicho, no tiene ni pies ni cabeza que en tres minutos Malamadre convierta a un total desconocido en su lugarteniente de confianza,
Luego hay otra escena realmente desastrosa, me refiero a
Por otro lado tenemos un personaje totalmente nefasto para la película, como es Utrilla (Resines). Y lo es por exagerado. Es el malo malísimo, es un malo exagerado, superlativo, de manual, es tan malo que se carga toda la credibilidad del resto de personajes de la historia. Porque al resto nos lo creemos, pensamos que podrían llegar a existir y actuar de ese modo, pero a Utrilla lo han pintado con un trazo demasiado grueso, se les ha ido la mano. Y casi lo mismo les ha pasado con el otro funcionario (¿Armando era?), el gordito de barbas. Está ahí para poner el contrapunto a Utrilla, para ejercer de contrapeso y equilibrar la balanza, pero con éste se pasan de buenazo, que casi parece la madre Teresa de Calcuta, leche. Con éstos les ha faltado la sutileza que necesitaban para hacernos ver que el hijodeputa es un hijodeputa sin esas escenas tan extravagantes como la de la tortura a "el conejo" o la embestida de los antidisturbios que, la verdad, tal como nos lo muestran no se lo cree nadie.
Y por último el personaje de Malamadre se sale, pero reflexionándolo y fijándose uno bien en lo que da de sí el guión en lo referente a él, tampoco es para tanto. Es Tósar quien engrandece al personaje, quien le da el carisma, el mesianismo, la potencia necesaria. Sinceramente pienso que este papel en manos de casi cualquier otro actor habría naufragado estrepitósamente o, al menos, habría dejado esta película bastante por debajo de lo que finalmente ha sido. Y es que vuelvo a repetir, para mí Tósar es el 50% de esta película. Luis Tósar, no Malamadre.
En definitiva, buena película, entretenida, pero con algunos fallos de guión clamorosos, con actuaciones desiguales y que, sobre todo, sostienen las actuaciones de los "reclusos" y en especial de Luis Tosar.