Si hace un par de días, me deshacía en un mar de alabanzas hacia el trabajo de Dustin Hoffman en
Tootsie, no se puede decir que su interpretación en Rain Man resulte inferior o que tengo menos mérito. El problema se encuentra en el envoltorio, demasiado convencional y/o telefilmero, lleno de tópicos sobre la América ultracapitalista y que pasa de puntillas sobre los temas más espinosos que genera la convivencia con un discapacitado mental. Dudo que
Alguien voló sobre el nido del cuco resulte tan agradable de ver.
Hoffman realiza, como casi siempre, una gran actuación, pero incurre en el despilfarro interpretativo: ni Tom Cruise (encasillado en su rol favorito, el de joven encantador y encantado de conocerse que aprende humildad por la fuerza), ni Valeria Golino (mera comparse de Cruise en un rol muy poco agradecido) son capaces de dar una réplica actoral a la altura de las circunstancias. Para entendernos, es como asistir a un partido de tenis entre Roger Federer y.. qué se yo, el jugador 125º del mundo, por ejemplo.
A destacar la fotografía y la banda sonora, esta última del gran Hans Zimmer. Si algo se puede decir a favor de Barry Levinson, es que escoge con acierto el acompañamiento musical; lástima que esa sea la principal baza en la mayoría de su trabajos
5.5/10