Reconozco que, pareciéndome excelentes películas, nunca he sentido tanta devoción por la serie
Toy story como otros aficionados (aunque admito que
esta escena siempre consigue emocionarme). Puestos a escoger, prefiero casi todo lo que han hecho en
Pixar desde
Monstrous S. A.Pero como bien apunta Corleone,
Toy story 3 es otra cosa; un perfecto ejemplo de cómo han depurado su estilo (y no me refiero a la técnica infográfica) desde entonces.
Desde
Atrápame si puedes, no recuerdo que ninguna película me haya impresionado tanto por la fluidez de su desarrollo, por la facilidad y naturalidad con que introduce situaciones, personajes y cambios de tono.
Toy story 3 me parece un ejemplo de narración prácticamente perfecta; no sólo por su guión, si no también por la agilidad con que está plasmado en imágenes y montado (no en vano,
Lee Unkrich empezó su carrera en la mesa de montaje).
Cierto que dicha agilidad puede resultar contraproducente para algunos espectadores, a los que la rápida sucesión de situaciones tan dispares, les puede impedir conectar con las emociones de los personajes; pero hay que reconocer que
Unkrich sabe pisar el freno cuando la situación lo requiere. Pienso en mi secuencia favorita de la película, ya cerca del final; un frenético encadenado de situaciones límite, que de repente se detiene en un momento tan aterrador como emocionante.
Si no he interpretado mal a Polcius, a mí me pasó lo mismo que a él. Me repetía que era una película (también) para niños, que no se atreverían a hacerlo; pero aun así lograron que este espectador bregado en mil cliffhangers, realmente temiera por un instante que los juguetes iban a morir en ese abismo infernal. Eso es dominio del medio, y lo demás son tonterías.
Tras ver la peli una segunda vez, y salir aun más admirado por su impecable técnica, no podía evitar preguntarme: ¿Por qué no se hacen películas de imagen real así de buenas?
Admito que soy un fanático del cine de animación; pero incluso olvidándome del aspecto visual de la película, centrándome exclusivamente en la narrativa (desarrollo de la historia, caracterización de personajes, ...), no recuerdo una sola película dentro del cine "comercial" de imagen real en estos últimos años, que se acerque al nivel de
Toy story 3. Si la comparamos con el nivel medio o incluso medio alto del cine hollywoodiense, la diferencia es abismal; pero es que ni los ejemplos más brillantes y depurados (tipo
El caballero oscuro, p. ej.) alcanzan tal grado de perfección.
Honestamente pienso que, a día de hoy, el mejor cine "made in Hollywood" se hace en
Pixar. Con todos mis respetos a películas como
En tierra hostil o
Slumdog Millionaire; si el Oscar se concediese realmente a la mejor película (dentro de los parámetros del cine "comercial") y si no se hubiese creado ese absurdo gueto de la "mejor película animada", su cosecha de galardones habría sido bastante menor.
Dudo que este año pueda ver otra película tan impecable como
Toy story 3. Ojalá me sorprendan...
pd. Por cierto:
TheJauri escribió:el echo de crecer e irse, justo cuando yo me he ido de casa, me toco la vena sensible
Pues dicen que que es aun más emocionante, si estás en esa edad en que tus hijos empiezan irse de casa, o simplemente a hacerse mayores y hacerte menos caso. Entonces no te identificas con Andy, que deja atrás su infancia, si no con los juguetes abandonados.