...no recuerdo otra escena con ese tipo de montaje en ningún film de la saga (no sólo por mezclar la ópera con la acción argumentalmente, sino por hacerlo estilísticamente).
Date un homenaje con la revisión de CR; cuando Bond explica al traidor que ya es doble 00 mientras apalea a su colega en los lavabos. La ópera de Austria me ha parecido un intento fallido de imitar esta secuencia, aunque por momentos recuerda más a El padrino III. Demasiado rápida para mi gusto, y en mitad de la peli, cuando este tipo de secuencias funcionan mejor al principio o al final.
No se puede negar que Marc Forster (de cierto parecido con nuestro marciano favorito
) tiene los huevos cuadrados para cambiar de género como de camisa, pero pienso que este tipo de películas necesitan algo más que la impecable labor de los especialistas. Necesitan alma de action-movie, y un director que acompañe. Lo siento, pero siempre preferiré a "mercenarios" como McTiernan, Cameron o Martin Campbell, que "autores" metidos a artificieros, véase Christopher Nolan o el propio Forster. En ese sentido, Quantum of Solace repite los mismos esquemas que Casino Royale en las escenas de acción, lo cual tiene sus ventajas: no se ven estúpidos gadgets, como cerillas convertidas en misiles antiaéreos; sólo a Bond con su pericia a los mandos y sus cojonazos. Pero tiene el inconveniente de que estas secuencias ni sorprenden...
como la salida de la carretera para evitar el atropello de Vesper
ni tampoco impresionan...
como la persecución en el aeropuerto en la que los motores de un 747 hacen saltar por los aires coches de policía
sino que entran de lleno en lo formulario, en lo conocido. Hay hostias/payum-payum que me gustan, como la apertura del filme o la pelea en los andamios, pero poco más. A Forster no le interesan particularmente, más allá del mero trámite de cara a la galería.
En cualquier caso, es una peli que no deja de tener sus virtudes; el mundo ha madurado, y Bond ya no está para tonterías, igual que nostros. Aquí nadie se cree eso de que "los que mandan" no están podridos hasta las trancas. A la CIA se la pone de organización oportunista, codiciosa e inmoral para arriba, creadora de más problemas que los que soluciona. Mientras que al MI6 británico se lo tacha de perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Tanto cinismo y mala leche en un blockbuster no dejan de sorprender. Por otro lado, si bien la confusa trama central me parece excesivamente estirada, dando innecesarias vueltas sobre lo mismo, a la postre nuestra paciencia se ve recompensada. Pocas veces, por no decir nunca, se ha visto un final tan poco complaciente en la saga Bond, tan honesto y atípico para con este personaje. Por supuesto, el omnipresente Daniel Craig está a la altura de las circunstancias, componiendo el mejor Bond que ha existido y existirá (no, kobaia, suelta ese látigo, nooooooooooooooooooooo!!!!!
)
Y una cosa, me parece que el chiste de Phills, la segunda chica en discordia, algunos no acabáis de pillarlo. Mientras que la Kurylenko tiene un pasado detrás, una misión y un objetivo, la otra mujer-florero es taaaaaan descaradamente florero que se parodia a sí misma y a todas las chicas Bond anteriores y posteriores. A mí me pareció ingenioso...
En fin, un filme irregular, pesado por momentos, muy entretenido en otros, y quizá un tanto pretencioso en la forma para tratarse de Bond, aunque interesante. Hubiera preferido mayor hincapié en la acción y/o en el sentido del espectáculo, pero menos da una piedra. No se puede tener todo. Eso sí, donde esté Casino Royale...