Bueno, yo no sé exactamente cómo se está vendiendo esta película o cómo puede ser la idea preconcebida con la que uno vaya a verla. Pero para que quede claro, esta película, en cuanto a contenido, temática y sobre todo tono y estilo, no tiene absolutamente nada que ver con Sin City. Si la cinta de Rodriguez era, por ponerle una etiqueta, un noir hiperviolento, esta película es... ehmm... no sé, una parida kistch con la estética de aquella. Es así, no hay mucho más por dónde cojerla. Olvídense de esa barbarie macabra o del carisma arrollador de Marv, Dwight o Hartigan, esta película va por otros derroteros. Y esos son la mueca total y la parodia envueltos en un tono muchísimo más light e infinitamente menos rompedor. Se parece más a un Agárralo como puedas que a cualquier otro film. La historia, los personajes, las situaciones, todo desprende un tufo tan exageradamente tópico que, a los cinco minutos de metraje, uno llega a la conclusión que la película no se puede estar tomando en serio. Pero es que su humor es tan hiperbólico, tan pasado de rosca, tan excesivo, que me ha roto cualquier expectativa o prejuicio que pudiera llevar. No voy a mentir, ha habido un par de momentos en los que me he descojonado, pero, seguramente, las veces que me he quedado con cara de gilipollas pensando "¿Pero en qué puto momento me dio por ver esta película?" sobrepasa a las del primer grupo. Es más cutre que descacharrante en ese sentido.
A lo que ayuda muy mucho el visionado de esta peli es para cerciorarse de que menos mal que Sin City fue co-dirigida por Rodriguez. Obviamente, ayudó mucho que Miller aportase sus ideas y participara e interactuase in situ de la transcripción comic-película, pero aquí se ve que su lenguaje visual deja mucho que desear. Miller no tiene el talento suficiente (cinematográfico al menos) para que la película sea visualmente sólida. Porque no aprovecha el potencial del blanco y negro (ni una sola escena en la que juegue bien con los claroscuros o con los constrastes de luz), plagia escenas de Sin City pero sin la fuerza de aquella (Dwight es rescatado por Mijo, pues el plano es exactamente el mismo, sólo que aquí esa digresión visual no pega ni con cola) o directamente todo es batiburrillo en el que se mezcla blanco y negro, colores y todo sin ningún sentido de la estética ni del buen gusto (¿Se acuerdan de aquella escena de Sin City, totalmente en blanco y negro, en la que un policía para a Dwight le enfocan a la cara con una linterna y su rostro es iluminado a color? En esta película no hay ni una sola escena en la que se saque ni la décima parte de jugo a la contraposición de colores y formas).
Eso sí, uno se alegra la vista viendo esta película. Madre mía, cuánta tía buena!
Cuando no sale Scarlett aparece la Mendes en todo su esplendor y después Paz Vega y en medio Sarah Poulson. Vamos hasta Harvey Milk se hubiese puesto tontorrón
En resumen, no me he aburrido en ningún momento y, las cosas comos son, tiene escenas rompedoras de puro bizarrismo, pero el suspenso no se lo quita ni dios
Nota: 4/10
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