Damned Martian escribió:Sí, pero el jodío sólo sabe jugar con ella de tres formas:
- Plano medio fijo de un personaje mirando hacia la cámara.
- Travelling lateral (si los personajes andan acompañando a la cámara, que sea en cámara lenta y con una canción de los años 60-70 sonando).
- Cámara fija rotatoria.
Por ejemplo ese plano en el que la cámara va siguiendo a Owen Wilson y les dice a sus hermanos que quieren que estén juntos de nuevo y que va intercalándose con el contraplano que hace el travelling inverso a los otros dos, me pareció sensacional. Otro director con menos maneras hubiese solucionado esa situación tirando un plano en el que se viera a los tres a la vez; y otro director aún más vago hubiera puesto la cámara fija al final del paso a pesarar que los actores se acerquen. O también esos juegos que a veces se marca con los espejos. La verdad es que no se me ocurre ninguna otra película reciente que jugara con tanta gracia con la cámara como lo hace Anderson en esta película y que encima le aporte esa energía a la película. Por ejemplo Keane también tiene bastantes planos secuencia pero el efecto que causa es casi lo contrario, de monotonía (que vaya, que es lo que se supone que ha de transmitir, pero ahí están dos escuelas diferentes de hacer cine).