por Villano » 28 Feb 2008 21:12
Está muy bien eso de seguir la tradición del neorrealismo e intentar plasmar las historias de los desfavorecidos con los menos artificios posibles para que el drama sea así más sincero. Si Pasolini lo hubiese conseguido sería el remate del tomate. Porque por muy fidedigna que sea la ambientación, a mí ese mundo que plasma no me suena a nada, nada me dice. Pasolini podrá ser todo lo poeta que quieras y se podía pasar días enteros en los barrios obreros en vez, pero me parece que a pesar de todo estaba tan subido en su podio que no se conseguía empanar de lo que sucedía ahí. O eso o que no sabe expresarse, que ya debe ser eso, porque los personajes le salen planísimos, unidimensionales, desdibujados. Me encajan esos rostros en esos bloques de pisos altísimos, lo que no me encaja es su fondo, sus reacciones, sus diálogos. Mamma Roma sueña con una vida mejor, Ettore el paleto... no sabe lo que que quiere, fin de la historia. Emocionarse con este material para mí sería un logro sobrehumano.
Pero no solo hace aguas en el guión. Como ya vi en Teorema, Pasolini era un zarrapastroso, que tiene 4 o 5 planos, todos la mar de convencionales, y los repite hasta más allá de lo razonable, demostrando una dirección planísima y, por si esto no fuese suficiente, ni siquiera tiene talento para hacer encuadres medio decentes. Que es un tío comprometido éticamente no lo dudo, que no se tendría que haber dedicado a dirigir, tampoco.
Ni siquiera tiene una dirección de actores mínimamente potable. La Magnani se pasa media película soltando risotadas fuera de tiempo y la escena en la que ve a su hijo haciendo de camarero, cuando arranca a llorar, le queda más falso que un duro de madera. Y esa es la que mejor lo hace. Luego está el resto del reparto, acartonado, insulso, incapaz de mostrar algo auténtico. Emplear a actores no profesionales siempre es una buena idea si hay alguien que consiga deshinibirlos para que se muestren reales ante la cámara y Pasolini evidentemente no está dentro de ese grupo.
El segundo intento que hago con Pasolini ha resultado tan desastroso como el primero y a mí ya me está pareciendo otro de esos directores clamorosamente nefastos endiosados por una crítica que se dejó seducir por su radicalidad porque talento para este arte tiente tanto como una col.