por El Pinguino » 18 Ene 2011 12:38
Vista de nuevo cuatro años después mi opinión ha empeorado todavía más, y es que, un poco como le pasa a Alex De la Iglesia, cuando Gondry no tiene a Charlie Kauffman al guión sus películas no encuentran un cauce sólido por el que dirigir su portentosa imaginación. Y ya no es sólo la falta de una dirección argumental, sino algo más importante como el retrato de los personajes, tan caótico como indefinido; y no me refiero solamente al de Gael García Bernal (que más que un soñador inmaduro parece retrasado mental) sino al de la vecina, mi amada Charlotte, que aunque se supone una chica normal le sigue el juego de una manera que no atiende ninguna lógica. Y no me vale que los dos sean soñadores que se entienden, porque en la película su actitud soñadora parece una excusa para sacar a relucir los recursos visuales de Gondry (brillantes, todo hay que decirlo), y no al revés, es decir, que estos recursos sean consecuencia de los encuentros entre ambos. Vamos, que el enorme talento visual de Gondry queda muy lejos de su habilidad escribiendo guiones, y si esto fuera un videoclip pues sería genial, pero se supone una historia de amor e inadaptación, y ninguna de las dos cosas aparece en pantalla; las conversaciones sobre sentimientos son propias de adolescentes atontados (la última de todas, la de la litera, es directamente delirante), y no se salvan por estar protagonizadas por un inmaduro crónico, pues el enfoque del filme se pone a su altura y todos los personajes actúan en consecuencia, es decir, el realizador no observa a su criatura con objetividad, sino que se involucra de lleno en su absurdo comportamiento. Todo esto me lleva a pensar que Gondry o no tiene ni idea de en qué consisten las relaciones humanas, el sufrimiento y el desamor, o sí lo sabe pero es incapaz de plasmarlo en un libreto. ¿Qué queda entonces? Pues algunas secuencias oníricas muy creativas, que lamentablemente no logran salvar un conjunto fallido.