por Villano » 28 Feb 2008 22:39
Por san Fincher, vaya petardazo de película. Francamente, me costaría decidirme que parte aborrezco más, si la forma o el fondo, ya que ambas son deleznables del todo.
En esta ocasión la Cochet ha hecho gala de una dirección estática y aburrida a morir, basta con ver las escenas dónde aparece Tim Robbins encamado, dónde el tiempo se detiene, para comprobar hasta que punto la puesta en escena es mediocre, pues se limita al simple cambio de plano, a veces llega a dar la impresión que lo haga arbitrariamente, ya que los cambios de plano no transmiten ni aportan absolutamente NADA. Es como un venga, sopor para todos. Aparte, no deja de ser irónico que en una película como ésta también se tenga que aguantar objetivos que se zarandean con inestabilidad, cosa que está casi tan fuera de lugar como los minutos musicales que cuelan ahí por la patilla, que son dos y vienen casi de seguido y son puro relleno. Así cualquier es guay.
Sería bastante injusto atacar a alguien por los pecados del pasado, pero es que en esta ocasión la Coixa ha recopilado una serie de cursiladas y de tonterías propias de un anuncio de compresas que sería injusto no hacer mención el buenrrollismo de baratillo totalmente gratuito (los dos tipos bailando bajo la lluvia), poesía rídicula (todos los mónologos de la voz de niña son de vergüenza ajena) o esos diálogos que no hacen otra cosa que pisar desaforadamente los lugares comunes cuando no se pone directamente asburda y tontuna a rabiar. Y es que ya la construcción del personaje de Robbins, que supuestamente es un caradura de esos tan malote que se lleva a las chiquitas de calle, se pasa de rídiculo, acuñando frases idealmente estúpidas ("ahora que me ha tocado la polla podríamos decirnos nuestros nombres y empezar una vida juntos", ¡qué malote! ni Austin Powers díria algo así). Inverosimilitud al poder, claro que sí. Y como muestra el risible personaje que interpreta Javier Cámara: que prepara platos de diferentes partes del mundo con la música del país correspondiente... ¡patcohada king-size!
El problema no es que la primera hora sea el puñetero desierto y carezca totalmente de interés, ni que hasta la media hora final la película parece que vaya de nada, tampoco que tenga toda la pinta de haber sido realizada según "lo que parece modenno", el problema es que de golpe y porrazo la vena über progre de la Couché se abalanza sobre el espectador como una mala bestia... y sin fundamento alguno. Primero suelta de gratis un rollete ecologista que, aunque no deja de tener toda la razón, está puesto con calzador y luego se deleita demostrándonos lo super concienciada que está y lo malos que somos los espectadores cuando nos regaña con lo de la guerra de los Balcanes, una parte que de no haber sido puesto en la película ésta hubiese contado lo mismo. Una vía facilona de quedar (ella) bien. En fin, que la tipa esta se esfuerza y mucho por hacer honor al cliché de progre de tres al cuarto, pero dudo que esta película conciencie una mierda. Y tampoco ayuda que la Polley haga una actuación artificial y falsísima, que cae antipatíca en vez de despertar compasión o que el final sea de lo más paupérrimos del año (por forzado y poco creíble). Honestamente y sin ningun enfado, espero sinceramente que la Coixet se meta su "nueva sensibilidad" super pop por dónde le quepa... y no la saque nunca más.