Léolo escribió:Es que yo no veo que argumento tienen en común películas como La mala educación, Átame, o Mujeres al borde de un ataque de nervios. Sí que tiene elementos que se repiten (Homosexuales, drogadictos...), pero también los hay en el cine de Lynch (Todos esos personajes caricaturescos), en el de Hitchcock (Falsos culpables, rubias...), o en el de Kiarostami (Diálogos, planos largos...).
Hasta aquí estamos más o menos de acuerdo. Todos los mencionados tienen sus constantes. A mí eso no me molesta, es más, me agrada descubrir estos elementos en los
autores (odio esta palabreja) que me gustan:
Polanski,
Cronenberg,
Lynch o
Tarantino (porque si los demás son autores, este también, vamos). Lo que los diferencia de
Almodóvar es la actitud.
Almodóvar es autocomplaciente. Hace lo que sabe que le va a reportar (otra vez) buenas críticas y elogios allá donde vaya. Por supuesto, puedo equivocarme, ya que no es más que que una impresión subjetiva, pero a mis ojos parece, por decirlo de alguna manera, que
Almodóvar hace intencionadamente, películas de
Almodóvar. Mientras que
Lynch,
Cronenberg, etcétera, simplemente hacen películas.
Y tampoco creo que técnicamente no haya evolucionado. Ha depurado su estilo combinandolo con un clasicismo patente en sus últimas películas, sabiendo como hacer películas personales pero no tan excesivas como lo són Pepi, Lucy, Bom... o Entre tinieblas.
Sí, es cierto que ha depurado su estilo. Nada tiene que ver
Hable con ella (la última que he visto). Pero creo que es una sencilla cuestión de aprendizaje y no de tratar de evolucionar conscientemente. Tampoco sugiero que tengas que reinventarte por cojones, no me malinterpretes. Yo siempre he defendido que el cineasta, músico o quien sea tiene derecho a hacer lo que le plazca, así como el público tiene derecho a juzgarlo. Sencillamente a mí en este caso, me cansa.
Y creo que su cine es arriesgado, y comprendo que puede resultar cansino. Y sí, Cabeza Borradora es arriesgada, y Lynch un genio que hace lo que le da la gana sin importarle la aceptación del público, pero también lo es hacer una película en la que hablas sobre una monja violada por un transexual heroinómano.
Antes sí era arriesgado. Pero ahora el público ha asumido y asimilado esas cosas perfectamente. Nadie se va a alarmar porque un transexual viole a una monja en una peli de
Almodóvar hoy por hoy. Todos estamos acostumbrados a ese tipo de relaciones bizarras en sus pelis. Y él es ya un cineasta mayoritario (mi madre, que no es especialmente cinéfila siempre va al cine a ver
el último Almodóvar). Por eso creo que no arriesga. Da al público lo que el público espera.