por Hattie Carroll » 07 Sep 2009 16:07
Poco, o absolutamente nada, tiene que ver La Terminal con el caso real en el que se inspira. Mehran Karimi Nasseri vivió en el aeropuerto Charles de Gaulle desde 1986 hasta que fue hospitalizado en 2006. Nació en Irán y llegó al Reino unido en 1973, participó en protestas contra el Shah de Irán. Regresó a Irán en 1975, fue interrogado junto con más estudiantes por las protestas contra la universidad de Teherán y fue expulsado del país. De vuelta a Europa pidió asilo en varios países y fue rechazado, hasta que Bélgica aceptó su petición en 1980. En 1986 decidió mudarse al Reino Unido. Mientras esperaba en el aeropuerto le robaron (documentación incluida). Llega a Heathrow pero sin documentación no puede probar su identidad ni su condición de refugiado. Es devuelto al aeropuerto Charles de Gaulle y trasladado a la zona de espera. En 1999 el gobierno francés le da un permiso temporal de residencia y un pasaporte de refugiado. Puede abandonar el aeropuerto… pero no lo hace. Se niega a hacerlo, dice que los papeles no le reconocen, que no es iraní… Se había acostumbrado a vivir en La Terminal, pasaba la mayor tiempo del día leyendo, escuchando la radio, escribiendo un diario que se acabó publicando en varios países con el título de El hombre de la Terminal. En 2006 fue hospitalizado.
La historia real es dura y bastante perturbadora. La versión de Spielberg utiliza la excusa del aeropuerto para hacer una comedia familiar, simplista, a ratos entrañable y simpática y a ratos ñoña… muy ñoña. No hay crítica, no hay reflexión… algún atisbo que queda ahogado por situaciones estúpidas (el momento cabra a mí me ha dado vergüenza ajena).
Es Spielberg. La película no es ningún despropósito. Es un gran director, que sabe rodar como nadie y que sabe tocar los resortes adecuados para convencer al espectador medio, es un director complaciente, que no arriesga, sus películas están calculadas y milimetradas… y parecen hechas con un corazón artificial, un corazón preprogramado donde las alegrías y las tristezas son obvias y superficiales. Spielberg trata temas duros pero es una dureza de cartón piedra. Así son los mundos que construye, sus universos suelen ser muy simples y lo hace de manera consciente y buscada. Podría ponerse duro de verdad, tiene capacidad de sobra pero ha asumido su condición de director para todo el mundo, para la masa, y la masa no soporta ciertas cosas. No creo que nadie pueda pensar que La Terminal es una de sus mejores películas, ni siquiera una gran película. Tom Hanks cumple muy bien, te arranca sonrisas con una interpretación vistosa. A ratos me he reído pero nunca ha llegado a emocionarme (sólo un poco al principio cuando todavía la película parece prometerte que será otra cosa). A ratos me ha resultado estúpida, a ratos me he puesto a pensar en el caso real y en lo que me gustaría que me estuvieran contando esa historia (pero eso no da para una comedia familiar, claro). A ratos me he preguntado porqué Spielberg tomó esa historia como punto de partida para luego hacer algo que no tiene nada que ver… Siempre digo que el cine no es la realidad ni está obligado a reflejarla fielmente. De hecho, una de las mejores cosas que tiene el cine es su capacidad para convertir la realidad en algo que no es, verla desde otro filtro. Y si eso nos hace sentir mejor… de puta madre. Solo que personalmente no es el caso.