En esta esta pelicula me da la impresión que los Coen han retomado la idea inicial de
Sangre fácil y lo han transformado según lo que han aprendido en esos 11 años que pasaron entre una y otra película. Aparte del planteamiento inicial (el marido que paga para dañar a su mujer), hay una escena en particular que me da la impresión deja-vu: la escena del poli de noche, en la carretera helada. En Sangre fácil hay otra escena parecida: siendo de noche el personaje que es el amante de frances McDormand se queda con el coche parado en un momento muy poco propicio y en ambos casos aparece un vehículo en el sentido contrario... aunque con resultados muy distintos, supongo que quien haya visto ambas entenderá a que me refiero
. Como digo, me ha dado la sensación que han cogido al idea de Sangre fácil, pero le han quitado el aire a cine negro y lo han cambiado por humor negro (esta película tiene muy mala leche) y huelga decir que el resultado es sensacional, mucho más brillante y/o peculiar de lo que pudo ser Sangre fácil. Las situaciones tan absurdamente divertidas que se generan gracias a ese cáracter propio que tienen los personajes resultan tremendas: la susodicha situación con el poli, la entrega del dinero del secuestro, el interrogatorio que hace Marge a las dos rubitas tan cortitas, como se resuelve el secuestro. Otro aspecto significativo es que ninguna escena está puesta por que sí, aunque lo parezca: todas las escenas significan algo, hasta las que nos parecen incoherentes sirven para dibujar el cáracter de alguno de los personajes y acaba mostrando con bastante éxito que motivación tiene cada personaje para hacer lo que hace. Y otro aspecto que para mí le hace ganar puntos es la ausencia de juicios morales a las que nos tienen acostumbrados el cine americano.
A pesar de todo, de las que he visto hasta el momento la más grande de los Coen es
Muerte entre las flores.
Fargo no es que se quede corta, pero a mí por lo menos no me deslumbró de aquella manera. De todo Fargo, lo que más me ha gustado sin duda ha sido ha sido la interpretación de Steve Buscemi y esas situaciones absurdas que se crean y alguno que otro momento macabro, como cuando la raptada intenta escaparse torpemente y los dos secuestradores se quedan mirándola riéndose de su torpeza o el momento en el coche, cuando son parados y Buscemi suelta con toda la normalidad del mundo: "señora, estese callada o nos veremos obligados a volarle... la cabeza".
Todo buen amante del cine tendria que sentarse a ver esta película alguna vez en su vida.