Esta peli ha funcionado conmigo o me ha parecido una gilipollez como un piano, no ha habido término medio. Sandler me ha encantado, sin embargo la escena de la cama con Emily Watson ("quiero mascarte la cara" y demás) es de lo más cargante que he visto nunca. La secuencia en la que la hermana de Barry y la Watson van a verle es un auténtico portento, como consigue el cabrón de P.T. Anderson que, con dos movimientos de cámara y el uso de la música, algo tan mundano como eso se convierta en una escena absolutamente brillante y fastuosa, sin embargo, la conversación Sandler-Hoffman ("callate, callate, callate") me parece una pollada como una catedral. El tono de fábula surrealista que tiene la película, apoyado en la preciosa textura de la fotografía, consiguió arrancarme más de una sonrisa, sin embargo, ciertas situaciones (cuando despacha a los tres tipos en plan John Mclane, ejemplo más significativo) rompen totalmente ese aura tan especial.
Bueno, que ha sido la película que más sensaciones encontradas me ha dejado en mucho tiempo, por no decir nunca. Le dejo un 6+/10 y, a falta de ver Sidney, la que menos me ha gustado de P.T. Anderson.