Narración de apertura: Una institución americana única conocida como un bar de barrio. De izquierda a derecha están Anthony O'Toole, proprietario que agua sus bebidas como geranios pero que se mantiene firme en defensa de la paz y tranquilidad y de los sitios reservados para las damas. Este es Joseph J. Callahan, un corredor de apuestas ilegales, cuya vida consiste solo en eventos deportivos con dos caras y una lista de probabilidades. Su idea de un encuentro afortunado es un diálogo entre lanzador y receptor con más de un hombre en sus bases. Y este ciudadano anónimo es un apostador cualquiera que se ha dejado el dinero de la renta en una carrera de caballos, una pelea por el campeonato o un juego de dados, y quien vuelca sus frustraciones e insolvencia en cualquier tipo vulnerable que se encuentre al alcance de su puño en el bar. Y este es Luther Dingle, un vendedor de aspiradoras cuyo volumen de negocios es más o menos el de un aparcacoches en una convención de vagabundos. Es un fracaso consumado en casi todo, pero sabe escuchar y tiene una mandíbula prominente. Y estos dos caballeros invisibles son visitantes del espacio. Están a punto de alterar el destino de Luther Dingle y dejarle un legado de los que ya no se encuentran. En solo un momento, una perenne víctima de cara triste que ha perdido hasta el furgón de cola del tren de la riqueza tomará un expreso hacia la región más impredecible, a la que llamamos la Dimensión Desconocida.