Corredor de fondo
Director: David Schwimmer
Intérpretes: Simon Pegg (Dennis) / Hank Azaria (Whit) / Thandiwe Newton (Libby) / Dylan Moran (Gordon) / India de Beaufort (Maya) / Harish Patel (Ghoshadi Das) / Matthew Fenton (Jake)
Duración: 100 minutos
Sinopsis: Un tipo gordo y negado, decide dejar a su novia justo el día de su boda. Diez años después, con la culpa a la espalda, no deja de pensar que era la mujer ideal para él. Ahora, al volver a verla, [...]
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Estreno en España: 17 de Octubre de 2008

CRÍTICA

Corredor.... pero sin fondo (2/5)

Lo mejor: la capacidad de Pegg para la comedia

Lo peor: la dirección de Schwimmer, plana y llena de altibajos.

El amor es algo tan complejo y tan imprevisible que nunca sabes cuando va a aparecer. Hay veces que aparece a los quince años y te acompaña a lo largo de toda tu vida y hay veces que no llega nunca....

En tiempos difíciles, de crisis, de recesión económica, de paro, de guerras.....el cine se convierte en un evasor de la realidad. Es decir, acudimos a él para dejar las penas a un lado y pasar un par de horas pensando en otra cosa que no sean nuestros problemas. Por ello, la comedia siempre es una buena elección en esos momentos, ya que además de que te evade de tu realidad te debe hacer pasar un rato agradable.

Esta premisa es lo mínimo que se le debe pedir a una comedia, máxime cuando se trata de una comedia inglesa, protagonizada por el ascendente cómico Simon Pegg (que también firma el guión) y está dirigida por David Schwimmer (el famoso Ross de la serie friends y que lleva varios años centrándose en su faceta como director, aunque en la televisión norteamericana). Aquí es donde quizá está el mayor problema que tiene el film.

Dennis (Simon Pegg) es un tío normal. Está un poco gordo y fuma, pero es buena persona, encantador y sencillo. Sin embargo, hace cinco años, Dennis hizo algo que no estuvo bien. El día en que debía casarse con Libby (Thandie Newton), su novia embarazada, se dio a la fuga. No pudo seguir adelante con la boda. No se sentía merecedor de Libby y decidió que en vez de arruinarle la vida, era mejor arruinarle su gran día.

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Aunque la película tiene momentos buenos, no llegan a cuajar todos los elementos y factores que la componen. Al verla te da la sensación de que el guión y las interpretaciones van por un lugar y la dirección por otra, hecho que hace que la película resulte incluso aburrida y sin interés en ciertos momentos. El guión pierde fuerza una vez se han presentado los personajes y la dirección se vuelve muy plana y televisiva, dejando todo el peso de la película a las interpretaciones.

Aquí es donde quizá esté su mejor baza, en la interpretación de Simon Pegg (que aunque hace un papel muy tópico logra hacer creíble el personaje de perdedor sin ilusiones ni objetivos en la vida), Thandie Newton (que aunque realiza el mismo papel que lleva interpretando en las últimas diez películas, no molesta y siempre es agradable de ver) y sobre todo de Hank Azaria, que aunque su personaje se diluye hacia el final, como la película en si, demuestra que es un gran actor de comedia (la escena en el gimnasio es de lo mejor de la película) y que se merece mejores papeles que simples secundarios.

La dirección es plana sobre todo porque Schwimmer se centra más en los elementos cómicos de la escena (como la secuencia que tiene Pegg con una ampolla del pie), que en la inteligencia de esos mismos momentos (las referencias a Rocky no van más allá de meras intuiciones cuando deberían ser un referente), esto hace que la película se acerque en muchos momentos a la parodia sin sentido (estilo Epic Movie, Disaster Movie...), en vez de tender a la parodia inteligente (Zombies Party, Arma Fatal....).

En definitiva, una película agradable que aunque podría haber sido mejor y debería estar más aprovechada te hace pasar un rato agradable, en el que probablemente dejes de pensar en tu rutinaria vida, o quizá no.........