The Women
Director: Diane English
Intérpretes: Meg Ryan (Mary Haines) / Eva Mendes (Crystal Allen) / Candice Bergen (Catherine Frazier) / Jada Pinkett Smith (Miriam Aarons) / Carrie Fisher (Nancy Blake) / Annette Bening (Sylvia Fowler) / Debra Messing (Edith Potter) / Joanna Gleason (Barbara Delacorte) / Cloris Leachman (Maggie) / Bette Midler (Flora DeLave) / Debi Mazar (Olga) / Lynn Whitfield (Glenda Hill) / India Ennenga (Molly Haines) / Ana Gasteyer (Pat) / Tilly Scott Pedersen (Uta)
Duración: 114 minutos
Sinopsis: La vida de Mary Haines es aparentemente perfecta: una preciosa casa en Connecticut, una maravillosa hija de 12 años, un marido con éxito en Wall Street, un trabajo como diseñadora en la compañía de moda de su padre. Pero Mary no [...]
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Estreno en España: 17 de Octubre de 2008

CRÍTICA

Cuando se falta el respeto a Cukor. (1/5)

Llega a nuestras pantallas The Women, remake del clásico homónimo de George Cukor de 1939. Pasado por el tamiz del mundo audiovisual post Sexo en Nuevo York, el film plantea una revisión de la alta sociedad neoyorkina y de las relaciones entre las integrantes de dicho estrato. Un film que no solo se centra en las féminas, como alude su título, sino que elimina de lleno al hombre del asfalto de las aceras de la gran urbe, y solo se hace plausible su existencia por las constantes conversaciones que ellas mantienen sobre sus maridos, jefes y diseñadores favoritos.

(Más imágenes en su galería)

Mary Haines (Meg Ryan) vive en un mundo perfecto en su casa de campo con su hija y su marido al que adora. Sylia Fowler (Anette Benning) por el contrario, es una inquieta y ansiosa chismosa, cuya agenda revienta día a día entre manicuras y cotilleos de unos y de otros. Por su parte Edie Cohen (Debra Messing) es adicta a tener hijos y de hecho, espera uno en estos momentos. Ellas y un buen puñado más de mujeres Vogue que engrosan las listas de ricas y famosas de la ciudad más cosmopolita del mundo, confluyen en una recepción de lo más selecta que Mary ofrece en su casa de campo. Pero este año hay una novedad, y es que la anfitriona se va a enterar de que su marido le es infiel con una dependienta de grandes almacenes, la explosiva e interesada Crystal Allen (Eva Mendes). A partir de ese momento, toda su vida se verá trastornada y ella misma pasará por un proceso de regeneración y renacimiento en el que conocerse a sí misma y a las personas que la rodean, desde su madre (Candice Bergen), a su sirvienta (Cloris Leachman).

Siempre que se realiza un ejercicio de renovación de un clásico que se ha ganado su posición entre las obras cumbre de la cinematografía, no simplemente por su ancianidad, sino por su calidad y su capacidad, a día de hoy, de mantener intactas (o incluso sorprendentemente incrementadas) sus solvencias cómicas y capacidades emocionales, uno se pregunta si verdaderamente era necesario el “actualizar” el original. En el caso que nos ocupa, la respuesta es rotunda: no. The Women es una obra vacua, plana y absurda, en cuya modernidad sólo se incluye el contentar públicos de las maneras más sencillas, incluyendo todo tipo de grupos raciales y tendencias sexuales, lo que, en definitiva, no es sino poner el texto original, desprovisto de su gracia y osadía (que era mucha) en bocas de un plantel inepto, dada la inevitable comparación con el deslumbrante cartel original, con Norma Shearer, Rosalind Russell, Joan Fontaine y Joan Crawford, entre otras. Pero lo más triste, y quid del asunto remake, es que, con su paleta de colores y ritmo acelerado salpicado de marcas de alta costura, las nuevas generaciones siempre se quedan con el reclamo y acaban olvidando la obra maestra que hay detrás.

Entre las pocas gemitas que podemos encontrar en esta prescindible cinta que debemos a la creadora de Murphy Brown (Diane English), están las interpretaciones de un elenco de apoyo sembrado de grandes estrellas como Candice Bergen o Bette Midler, que siempre son agradables de ver en pantalla, y sobre todo, Cloris Leachman que nos ofrece una interpretación entrañable, demostrando que, pese a su edad, es, con mucho, lo mejor del filme y que nos trasporta a otras grandísimas actuaciones suyas, siempre encubiertas en pretendidos roles secundarios pero que han eclipsado en buena medida todo lo que tenían alrededor. Desde La última película, filme por el que le dieron el Oscar de la Academia, hasta sus últimas apariciones en series como Malcom in the middle o La Niñera, pasando por la colaboración con el genial Mel Brooks, su Frau Brugler (El Jovencito Frankenstein), que brillará en el recuerdo de la Historia de la Comedia con Mayúsculas.

Estas secundarias de lujo dan pequeñas pinceladas de exquisitez a un filme que, de no ser por ellas se hundiría inevitablemente en el aburrimiento de la butaca, dado que el grueso del reparto se hunde por su propio peso de la ineptitud, llegando a lo vergonzante, como ya he dicho, al compararlo con las colosales interpretaciones del original. Bochornosa, sin más, resulta la idea de plantear que el rol de Crystal Allen lo pueda realizar una Eva Mendes que demuestra, con creces, que su único talento es tener las tetas grandes, frente a la riquísima creación de la malograda Joan Crawford…

Menos mal que todo el plantel de aquella joya del cine clásico, casi al completo, ha pasado a mejor vida, particularmente, el pobre George Cukor, que si viera lo que han hecho con la chispa de sus diálogos (adaptados de una obra teatral de Clare Boothe Luce) se volvería de cabeza al cementerio. (Esperemos que a Joan Fontaine no la dejen entrar en el cine a verla…)

En definitiva, un filme deficiente, nuevo intento de reflotar la carrera de Meg Ryan, por desgracia hundida en el océano hace años ya, que se pierde entre las pretensiones y el colágeno de sus intérpretes y que naufraga, con toda la compañía en un mar de clichés y defectos resultones.