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Crítica - Las Crónicas de Spiderwick

Poster

'Resultona función'

10/03/2008 - Por Mr. J.

(2/5)

Las Crónicas de Spiderwick
Director: Mark Waters
Intérpretes: Freddie Highmore (Jared Grace/Simon Grace) / Sarah Bolger (Mallory Grace) / Mary-Louise Parker (Helen Grace) / Seth Rogen (Hogsqueal) / David Strathairn (Arthur Spiderwick) / Nick Nolte (Mulgrath) / Andrew McCarthy (Richard Grace) / Martin Short (Thimbletack/Bogart) / Joan Plowright (Lucinda Spiderwick)
Duración: 102 minutos
Sinopsis: Cuenta la historia de tres hermanos que deben trasladarse con su madre a la decrépita mansión de Spiderwick, en Nueva Inglaterra. Allí descubren un libro secreto sobre hadas y sus muchas variedades, y pronto se dan cuenta de que los jardines [...]
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Estreno en España: 14 de Marzo de 2008
Nota I.M.D.B.: 7,3/10 (2153 votos)


CRÍTICA



Lo Mejor: Una cuidada producción
Lo peor: Sensación de que ya se ha visto muchas veces

Desde que Peter Jackson adaptara la obra cumbre de Tolkien en la titánica producción de la trilogía de El Señor De Los Anillos y el mago británico adolescente Harry Potter reventara librerías y cines de todo el mundo entrega tras entrega, el género épico-fantástico ha aumentado enormemente el porcentaje de películas que se dedican a él en los últimos años. La fallida Eragon o la actual saga de Las crónicas de Narnia, así como la más reciente La Brújula Dorada dan fe de ello. Teniendo en cuenta esta ola de adaptaciones de obras juveniles fantásticas no es de extrañar que antes o después llegara a nuestras pantallas Las Crónicas de Spiderwick, basada en la obra homónima de Tom Diterlizzi y Holly Black.

La película se centra en las aventuras que vivirá la desestructurada familia Grace al mudarse a la vieja casa de su bisabuelo, Arthur Spiderwick, donde descubrirán que existe un mundo mágico fascinante a su alrededor, pero que tanto ese mundo como el suyo propio está amenazado por el ogro Vulgaraz. La familia tendrá que superar sus propias diferencias a la vez que luchan contra el temible ogro, interpretado en una brevísima aparición por Nick Nolte.


(Más imágenes en su galería)



El encargado de trasladar a la pantalla el mágico mundo oculto es Mark Waters, director conocido por anteriores productos de rápido consumo como Ponte en Mi Lugar o Chicas Malas, y si algo se le puede achacar de su labor en estas crónicas de Spiderwick es que se haya propuesto hacer una película que ya ha sido vista miles de veces sin innovar en absolutamente ningún aspecto.

A pesar de que tanto los personajes como las situaciones distan mucho de ser originales, uno de los mayores aciertos es el de no alargar innecesariamente el metraje, fallo del que adolecen muchas producciones de este tipo, lo que nos permite divertirnos con la sencilla trama y los conseguidos personajes animados (lo mejor del film) sin dar lugar al tedio por reiteración.

Formalmente, la película es impecable (es lo menos que se le pide a una producción de estas características) y contiene ingredientes para agradar a todo tipo de público que busque hora y media de evasión fantástico-aventurera, pues la película funciona como puro entretenimiento para espectadores de todas las edades, tomando como claro referente la película Jumanji, con la que guarda infinitas similitudes argumentales y formales. Quizá la gran diferencia entre las dos es que aquella contaba con la presencia de Robin Williams, y esta no es vehículo de lucimiento de ningún actor en particular ya que no hay caras muy conocidas (excepción hecha de Nick Nolte, cuya presencia en la película es meramente testimonial) en un reparto que aún así cumple su función con buena nota, sobre todo el jovencísimo protagonista, Freddie Higmore que interpreta a dos hermanos gemelos y salva la papeleta con soltura, demostrando que un protagonista joven no tiene que ser sinónimo de repelente, como parece ser la norma.

Carismáticos personajes, la enésima batalla del bien contra el mal, buenos efectos especiales y una variada gama de mágicas criaturas cumplen en esta resultona función para aquellos que busquen un rápido entretenimiento familiar, que a pesar de estar dirigido sin rodeos a los más pequeños será igualmente disfrutable por los no tan pequeños que acudan al cine sin más expectativas que las de pasar un buen rato con una simpática e intrascendente película, que si bien no deja huella para bien, al menos tampoco lo hace para mal.

Pablo Díaz Jiménez

 

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