CINeol

O utiliza la Búsqueda Avanzada




Crítica - El Último Justo

Poster

'Fallida Ópera prima'

27/02/2008 - Por Mr. J.

(1/5)

El Último Justo
Director: Manuel Carballo
Intérpretes: Diego Martín (Teo) / Ana Claudia Talancón (Miryam) / Pedro Armendáriz Jr. (Padre del Toro) / Federico Luppi (Anciano) / Antonio Dechent (Inspector Montero) / Raul Mendez (Agente Ramirez) / Goya Toledo (Victoria) / Brian Thompson (Shein) / José Antonio Gaona (David) / Antonio de la Vega (Max) / Marius Biegai (Judío polaco) / Humberto Busto (Joven latino) / Manuel Carballo (Director) / Sandra Fernández (Ejecutiva) / Diego Jáuregui (Forense) / Damayanti Quintanar (Enfermera) / Darío Ripoll (Ordenanza)
Duración: 102 minutos
Sinopsis: Teo es un reportero que se ve involucrado en unos asesinatos cuyo elemento común es que todas las víctimas nacieron el mismo día que él. Al verse implicado en la trama, Teo se pondrá a investigar hasta descubrir una creencia, según la [...]
Lea más en su ficha

Estreno en España: 29 de Febrero de 2008

CRÍTICA



Fallida Ópera prima

Lo mejor: Los esforzados actores
Lo Peor: Una trama previsible y aburrida

Desde luego si una gran baza jugaba la ópera prima del joven director Manuel Carballo, era la de contar con un conocido reparto que mezclaba la popularidad televisiva, representada en Diego Martín (Aquí no hay quién viva, Hermanos y Detectives), Antonio Dechent (La familia Mata) o la presentadora Goya Toledo, e incluso Brian Thompson, integrante del reparto de la serie Expediente-X, con el aderezo de calidad que supone cualquier película que tenga en sus créditos a Federico Luppi. Este variado elenco y sus esfuerzos por sacar a flote la película es quizá lo más destacable de esta prescindible producción, pues defienden al menos con ganas y profesionalidad lo que es un despropósito de principio a fin.

Rodada en México, no termina de explotar el poderío de sus localizaciones, en gran parte por el oscurantismo de su fotografía, que no saca todo el partido a unos espectaculares escenarios que quizá con otro enfoque hubieran podido llegar a ser como un protagonista más de la película. Este confuso thriller, sin embargo, no consigue reflejar el caos y la asfixia de una mega ciudad como México D.F, y tampoco lo pintoresca de sus paisajes, hasta el punto de que al espectador le hubiera dado lo mismo que se rodase a las afueras de cualquier otra ciudad o suburbio, ya que no existiría ninguna diferencia.



La realización del novel director no ayuda, pues no se observa pulso narrativo para mantener, ni siquiera en los niveles mínimos, el interés del respetable, que asistirá confuso a la representación de un guión absurdo que propicia una película totalmente carente de personalidad, limitada a visitar lugares comunes de lo que podríamos llamar “thriller-conspirativo-religioso”, muy en la línea del reciente mega-hit literario y cinematográfico, El Código Da Vinci, del que los autores de esta cinta intentan desmarcarse al explicarla, pero que será la referencia inevitable en la mente de todos los espectadores. Lo malo es que si aquél era mediocre, en este hay segmentos risibles, en los que no queda del todo claro si el propio director se toma enserio la absurda trama, mil veces vista, absolutamente previsible y enormemente aburrida, en la que van apareciendo uno por uno todos los clichés del género, a saber: una chica misteriosa que sabe más de lo que aparenta, unos implacables matones que se escudan en la fe, maquiavélicos clérigos de sinuosos métodos y un comisario de policía que parece salido directamente de un cómic de Ibáñez, que perseguirán a un Diego Martin con expresión que parece decir ¿qué hago yo aquí? (y que en ocasiones más de uno se preguntará si su cara se refiere a la persecución o a la propia película).

Esporádicamente aparecerá un anecdótico Federico Luppi en un personaje que intenta ser enigmático pero se queda en irrelevante.

No obstante todos estos defectos, que son igualmente sufridos en otros productos parecidos, no tendrían por que ser fatales en una película de estas características a la que se pide solamente una cosa: entretener. Sin embargo aquí es donde el film fracasa estrepitosamente y termina de naufragar, pues en sus escasos 90 minutos alarga innecesariamente una trama que dudosamente hubiera llegado a llenar un cuarto de hora, por lo cual, lo que al al principio es desinterés, se convierte al poco en tedio y acaba en mirar desesperadamente al reloj deseando que llegue un desenlace que ya se ve claro a los cinco minutos.


RUEDA DE PRENSA



A la hora prevista, 11.45, puntualmente apareció, en la sala donde minutos antes se había proyectado su ópera prima, el director Manuel Carvallo, flanqueado por gran parte del reparto protagonista (Federico Luppi, Diego Martín y Antonio Dechent), el director de fotografía del filme, Javier Salmones y los productores Tedy Villalba y Sandra Fernández.

En su intervención inicial, el joven director comenzó definiendo su película como “un thriller religioso en el que Teo, su protagonista, se acerca a su destino” y en el cual ha tratado de introducir “elementos del cine negro, como el hombre acosado, la mujer fatal, etc…, mezclándolo todo con una historia de amor místico con rasgos de cine conspirativo en tono jocoso”. Tras esta intervención, director, actores, y productores se enfrentaron a las preguntas de los periodistas:


Prensa: ¿Ha querido realizar alguna referencia a Expediente X? ¿Es usted fan de la serie?

Manuel Carballo: Supongo que lo dirás por la aparición de Brian Thompson. Forma parte del tono jocoso que pretendíamos darle a la película, su papel es un guiño, puesto que soy fan de la serie.

Prensa: ¿Cuáles han sido las fuentes o influencias más directas a la hora de plantear la película?

Manuel Carballo: Bueno el más obvio es el mito de los 36 justos. Habrá quién saque parecidos con Él Código Da Vinci, pero la película se escribió 3 años antes, pero ya sabemos que el proceso de una película es largo y desde que se escribe hasta que se realiza da tiempo a tener hijos y que estos vayan a la mili. Creo que la película está más cerca de El péndulo de Fucol que de la novela de Dan Brown. También quise hacer referencia a la serie negra clásica, esa serie b de los años cuarenta o cincuenta, de esa oscuridad que rodea a las personas.

Prensa: ¿Cómo ha sido la experiencia de rodar tu primera película?

Manuel Carvallo: Arrolladora, si hacemos un paralelismo con ser padre, el rodaje sería un coito de dos meses (risas)

Prensa:
¿Cómo te has acercado a los actores, eran la primera opción, los que te propusieron…?

Manuel Carvallo:
Ha habido un poco de todo. Brian fue la primera opción, como casi todos y eso te hace muy feliz cuando eres el director.

Prensa: ¿Y para los actores como ha sido la experiencia?

Manuel Carvallo: Bueno eso casi mejor te lo dirán ellos…

Federico Luppi: Cuando leí el guión me gustó pese a la carga de esoterismo que tenía, me supuso un reto porque me pareció muy difícil de hacer. Me atrajo el realismo, lo que refleja, ya que siempre en una oficina de algún imperio se están tomando decisiones que afectan nuestra vida y no sabemos porque. Pensé ¿Cómo coño se hace esto? (risas)
Manolo parecía tener más experiencia, no se notaba que era su primera película. Al principio temí una catarata de peticiones conceptuales, no me gusta que me apabullen con datos que no me sirven para nada. Sólo me dijo tres o cuatro cosas muy valiosas, lo demás, lo que fue saliendo. También es muy importante el trabajo de este que coloca eso para que nos vean (dirigiéndose a Javier Salmones, director de fotografía)

Prensa:
¿Qué diferencia hay entre este malvado personaje y otros que has hecho?

Federico Luppi: Me cuesta trabajo diferenciar los personajes según sus motivaciones anímicas igual que no entiendo la dimisión de géneros en dramas, comedias…, hay dramas que me producen risa y comedias terribles, que te dejan una gran sensación de tristeza. Lo que me importa es si el espectador es conmovido, eso significará que está bien hecho. Si interpreto a un villano y me dicen que me veo ridículo, será que no está bien hecho…. Interpretar a este personaje ha sido una vivencia simple pero perturbadora.

Prensa: ¿Hay algún personaje que te lleves a casa, que se quede contigo después del rodaje?

Federico Luppi: Bueno, eso es un bulo fenomenal que existe entre los actores, dicen después de hacer un Hamlet, no déjame que me quede hecho polvo de esto… No hay nada más aliviante que hacer una obra terrible, trágica, te sientes como si te das una ducha después de una carrera, te sientes divinamente. Esta al menos es mi experiencia.

Prensa:
¿Cómo has llevado tu primer protagonista, Diego?

Diego Martín: Bueno, no es mi primer protagonista, aunque el anterior durara poco en cartel. Pero si el primero en una historia de este tipo. Fue una experiencia única. No conocía a Manolo y lo conocí a él antes que al guión. Se que siempre se dice esto en las ruedas de prensa pero es verdad, es de los directores con los que mejor me he entendido, tiene una gran manera de dirigir a los actores aunque diga que no.

Prensa: ¿Te llevas tu a casa a los personajes?

Diego Martín: Estoy en la línea de Federico, el personaje se hace, no es una cosa que te llevas, ni que te habla. De mi personaje me preocupaba que se pasa toda la película huyendo y me preguntaba ¿Cuántas caras diferentes de huída puedo poner?

Prensa: ¿Y la experiencia de Antonio como fue?

Antonio Dechent: Yo creo que yo he hecho otra peli. No me he enterado de sectas ni de nada, fue muy fácil interpretar al personaje porque fue de manera coloquial. Yo he hecho una película intimista (risas) y llego aquí y me entero de que es una película de sectas. No conocía al director y quedamos en un restaurante, al ver que le gustaba la carne y el tequila pensé que era de los míos. Su buen hacer se nota a primera vista, solventó con nota nuestro primer encuentro y su primera película.

Prensa: ¿Habéis pasado miedo en algún momento del rodaje?

Manuel Carballo: Cuando me presentaron a Brian.

Diego Martin: Yo también pasé miedo cuando me da el cabezazo.

Prensa: Y para el director de fotografía ¿Cómo fue la realización?

Javier Salmones:
Yo tengo la suerte de conocer a Manolo previamente y teníamos una sólida amistad. Normalmente los directores de fotografía nos incorporamos tarde a los proyectos pero aquí tuve la suerte de estar involucrado desde casi tres años antes, con lo que al momento de rodar teníamos preparado el 90% del trabajo y fue muy cómodo y muy fácil.

Prensa: ¿Cómo fue rodar en México?

Manuel Carballo: Es una ciudad difícil, complicada, hay 25 millones de personas, tráfico constante… tienes que superarte día a día. Pero una vez satisfecho el reto es muy gratificante

Prensa: ¿Volverías a rodar allí?

Manuel Carballo:
Claro, ¿por qué no...?

Y con las indicaciones del personal encargado, se dan por finalizados unos veinte minutos de distendida y coloquial rueda de prensa en la que se encontraron juventud y veteranía, y donde el carisma y locuacidad de Federico Luppi fue el protagonista.

Pablo Díaz Jiménez

 

Visitada: 6184 veces






Puntuación de los Usuarios

3.7

(7 votos/13136 visitas) - Estadísticas >>