CINeol

O utiliza la Búsqueda Avanzada




Crítica - Despierto

Poster

'¿Cerrar los ojos significa estar dormido?'

12/02/2008 - Por Luis V.V.

(2/5)

Despierto
Director: Joby Harold
Intérpretes: Hayden Christensen (Clay) / Lena Olin (Lilith Beresford) / Jessica Alba (Sam) / Terrence Howard (Dr. Jack Harper) / Christopher McDonald (Dr. Larry Lupin) / Sam Robards (Clayton Beresford Sr.) / David Harbour (Drácula) / Arliss Howard (Dr. Jonathan Neyer) / Fisher Stevens (Dr. Puttnam) / Joseph Costa (Dr. Elbogen) / Georgina Chapman (Penny Carver) / Charlie Hewson (Brian) / Denis O'Hare (Analista financiero)
Duración: 84 minutos
Sinopsis: Clay Beresford es un joven multimillonario que debe someterse a un severo transplante de corazón. Para ello, deja que su mejor amigo, el doctor Jack Harper, sea el encargado de realizar la operación. Durante la intervención, Clay experimenta un extraño fenómeno [...]
Lea más en su ficha

Estreno en España: 28 de Marzo de 2008
Nota I.M.D.B.: 7,7/10 (316 votos)


CRÍTICA



¿Cerrar los ojos significa estar dormido?

¿Te imaginas estar consciente mientras te están operando? Estar completamente paralizado, pero totalmente consciente, mientras te están haciendo un transplante de corazón. Ser consciente de que te están operando, ser consciente del inmenso dolor que te están provocando, sin poder hacer nada para remediarlo. Ser consciente de que están intentando asesinarte…

Esa es precisamente la situación a la que se enfrenta el protagonista de la película, Hayden Christensen. Esta situación se conoce quirúrgicamente con el nombre de “percepción intraoperatoria”. Ésta es la premisa sobre la que se basa “Awake”, debut en el largometraje de Joby Harold, quien firma, además de la dirección, el guión.

Bajo una estructura típica de thriller la película va dibujando una serie giros argumentales bien definidos y explicados, quizás demasiado excesivos en algún momento. Una vez explicada la situación a la que se enfrenta el protagonista (se le debe transplantar un corazón) la película se convierte en un thriller de suspense de corte clásico. Es cierto que la idea es muy novedosa, pero el planteamiento cae en cierta retórica, en ciertos giros y engaños propios del thriller más complaciente y previsible. En algunos momentos se hecha de menos algo más novedoso, aparte de la idea base. Se trata de un planteamiento conceptual muy original y nada trabajado en el cine, pero el tratamiento de esa intriga y de ese suspense se rige por líneas ya marcadas, sigue un camino bien definido. Probablemente ocurra esto por el estreno en la dirección de Joby Harold. Ante un tema nunca contado, ha preferido mantener una línea argumental y una estructura más clásica y definida para no arriesgarse.

Si bien en la estructura podemos observar cierto clasicismo y academicismo, no ocurre lo mismo con el tratamiento. Y tratamiento en todos los sentidos, desde el tratamiento de la operación al tratamiento de la consciencia del protagonista. Las escenas en que se muestra la operación son bastante explícitas y no son muy recomendables para aquellas personas muy aprensivas. El objetivo de estas imágenes tan explicitas no es otro que el de mostrar lo que le están haciendo al protagonista, para que el espectador pueda comprender el inmenso dolor que está sufriendo el paciente. Se trata de que sepamos en todo momento qué le están haciendo. Otro tratamiento que, a mi juicio, se debe destacar es el que se hace del proceso de la operación desde el punto de vista del protagonista. Se opta por una rememoración de algunos momentos de su vida. Mientras el cuerpo está inmóvil en la camilla, él, con su mente, va moviéndose por diversos momentos y espacios de su vida. La decisión tomada desde dirección para explicar estos “viajes” es acertada, resulta original y muy visual. Además permite dotar a la historia de cierto dinamismo y desarrollo que no hubiera podido lograrse de otro modo, al tener al protagonista inmóvil en un quirófano.



Un mérito que hay que reconocer a la película es el de conseguir que el espectador se introduzca en la piel del personaje. Gracias a lo plástico y explicito de las imágenes de la operación y a la interpretación del protagonista, la película consigue transmitir todo el dolor y el desasosiego que siente Clay (Hayden Christensen). Una correcta interpretación del actor canadiense, quien intentaba con esta película dejar de lado el cine espectacular de efectos especiales que tanto le ha marcado desde su aparición en la saga de “Star Wars”; aunque después cayera en sus redes y aceptara participar en “Jumper”, lo nuevo de Doug Liman (director de la genial “El caso Bourne” o de la desdeñable “Sr. y Sra. Smith”). Las otras interpretaciones importante corren a cargo de Terrence Howard (visto en “Crash” o “Ray”), quien hace bien su papel; y Jessica Alba. Esta última también intenta salirse de la imagen estereotipada de chica imponente, explosiva y guapa pero carente de talento. No lo consigue del todo. No acaba de lograr una total credibilidad de su papel, quizás no por demérito suyo, sino del guión.

Una película de ver y olvidar. Una de esas películas que te entretienen un rato y que no exige mucho esfuerzo mental ni de comprensión. Un thriller para pasar el rato, con giros (in)esperados que, eso sí, consiguen meternos en la piel del personaje protagonista. Consiguen transmitirnos a la perfección sus sentimientos, lo que está sufriendo. No se hace pesada en casi ningún momento, a ratos un poco inverosímil y surrealista, pero entretenida al fin y al cabo, que ya es mucho decir en los tiempos que corren.

 

Visitada: 4604 veces






Puntuación de los Usuarios

6.09

(95 votos/9315 visitas) - Estadísticas >>