Kilómetro 31
Director: Rigoberto Castañeda
Intérpretes: Iliana Fox (Agata/Catalina) / Adrià Collado (Nuno) / Raul Mendez (Omar) / Luisa Huertas (Anciana) / Carlos Aragon
Duración: 103 minutos
Sinopsis: Después de la trágica muerte de su madre, las hermanas gemelas Agata y Catalina desarrollan una extraña habilidad que les permite comunicarse con el pensamiento.
Años después, en un accidente de coche Agata cae en coma. Catalina puede percibir su dolor y [...]
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Estreno en España: 15 de Febrero de 2008
Nota I.M.D.B.: 5,8/10 (412 votos)
CRÍTICA
“En esa curva me maté yo…”
Al ver Kilómetro 31 lo primero que te viene a la mente son las numerosas leyendas sobre autoestopistas fantasmas que se montan en tu coche y te llevan a la muerte en una curva fatídica. Y es que gran parte del metraje transcurre en una carretera siniestra en el km. 31.
Tras dos años de retraso llega a nuestro país la ópera prima de Rigoberto Castañeda que ha batido records de taquilla en México. Esta coproducción hispano-mexicana está protagonizada por Iliana Fox, Adrià Collado (más conocido aquí como Fernando de Aquí no hay quien viva, a pesar de tener una extensa filmografía) y Raúl Mendez. El elenco de actores cumple a la perfección y en el caso de nuestro compatriota nacido en Barcelona va de menos a más.
Km. 31 cuenta la historia de dos hermanas gemelas con un fuerte vínculo de conexión entre ambas, supuestamente surgido por un pasaje traumático en su infancia ya que el tópico de conexión entre gemelos por naturaleza está un poco manido. Ágata tiene un accidente de coche por culpa de una aparición en una escena inicial solventada con eficacia pero sin muchas sorpresas ni alardes técnicos o de originalidad. Su hermana Catalina siente lo sucedido gracias a ese vínculo y corre por inercia hacia el lugar del accidente. La trasladan al hospital y he de decir que últimamente estoy un poco sensible con las escenas de cámara al hombro movidas en exceso por culpa de “Monstruoso” y vi innecesario el uso de éstas escenas durante un par de planos (salvo dentro de la ambulancia), vale que se quiera dar tensión a la trama pero se puede hacer de muchas formas y si quieres mover la cámara prefiero que sea como lo hacen los Coen en “No es país para viejos” que cuando usan esta técnica la dotan de cierta estabilidad para que no maree el espectador y sigue cumpliendo con su cometido.
Volviendo a la película que nos ocupa, la parte primera del hospital es una de las mejores partes de la película, la breve secuencia de la mesa de urgencias y cuando Catalina visita a su accidentada hermana y ésta le pide ayuda están muy logradas. A partir de ese momento toda la película gira en torno a la obsesión de los personajes por esa curva y a la investigación de los sucesos paranormales con la ayuda puntual de un policía y una anciana. Asistimos a varios momentos y situaciones muy típicos en el cine de terror pero también asistimos a otras interesantes como cuando Omar, el novio de Ágata, se topa con el niño en el río; o cuando Catalina sigue por la calle unos gemidos.
Este tipo de películas suelen perder muchos enteros cuando llega el momento de la explicación sobrenatural de los hechos y su desenlace, pero Kilómetro 31 no sale tan mal parada después de este percance en parte gracias a su final, aunque no sea muy atípico. Nos encontramos ante una película que si bien no consigue dar algún susto que te haga saltar de la butaca del cine si te pone en tensión y en vilo por lo que va a suceder.
A destacar las localizaciones, muy efectistas y adecuadas, la carretera es verdaderamente siniestra. Donde transcurre el final, el plano en el que descienden por una escalera de caracol personalmente me ha encantado. La fotografía esta muy cuidada y crea una fantástica ambientación aunque en el prólogo habría convenido más oscuridad, un aire más lúgubre. Al terminar de ver la película fui incapaz de recordar algún acorde de la música lo cual dice bastante de ella. El maquillaje perfecto y los efectos digitales cumplen con creces, lo que es bastante para una película que no es una superproducción.
En resumen, Kilómetro 31 no es una obra maestra del género del terror ni una revolución de originalidad ya que en muchos momentos te recuerda a varias películas (La señal, Los otros…) pero es mucho mejor que todos los remakes hollywoodienses de películas niponas de este tipo y una alternativa muy interesante. Además tiene algunos movimientos de cámara y fundidos preciosos.
Lo mejor de toda la película son la secuencia en la que Omar y Nuno van discutiendo en el coche y otra en la que Omar le hace una revelación a Catalina. Simplemente geniales.