Curiosa cinta rumana cronológicamente ubicada a finales de los ochenta en la propia Rumanía. Avalada por la cantidad de premios que ha recibido, Mungiu nos sumerge en la realidad social de aquella Rumania comunista.

El director Cristian Mungiu nos narra una historia no sobre el aborto , ni siquiera sobre las connotaciones morales que este pueda tener. Lo que intenta conseguir el director es crear un telón de fondo para presentarnos la vida rumana de aquella época. Las inquietudes, la familia, lo económico, lo social en definitiva. De eso uno como espectador se da cuenta al no advertir complicaciones en el argumento, todo transcurre por la senda del autoretrato. Es como estar mirando a través de una ventana sin que nadie te diga lo que esta pasando. Tan solo observas a tu alrededor para darte cuenta que realmente la historia de Otilia y su compañera es el marco de la ventana por la que estas mirando y lo que importa de esta historia es el paisaje observado, no el marco de la ventana.

Buenas interpretaciones, aunque sin posibilidad de lucimiento. Basicamente los actores aprovechan los pocos momentos que tienen para rallar a un buen nivel. Mención especial al señor Bebe y la contundencia de su interpretación.

Como nota negativa, veo que la película por momentos se pierde en escenas vacías e innecesarias que hacen perder un metraje muy valioso para haber contando otras cosas que hubieran reforzado mas la cinta. En mi opinión Mungiu no es todo lo plástico que pretende ser y visualmente emborrona a veces el resultado.

En definitiva, una buena película, para nada merecedora de ser nombrada la mejor película europea por muchos medios.
Buena nota para ella.

7/10