El Leñador
Director: Nicole Kassell
Intérpretes: Kevin Bacon (Walter) / Kyra Sedgwick (Vickie) / Mos Def (Sargento Lucas) / Benjamin Bratt (Carlos) / David Alan Grier (Bob) / Michael Shannon [V] (Rosen) / Eve (Mary-Kay) / Hannah Pilkes (Robin) / Kevin Rice (Candy) / Gina Philips (Nicole Walker)
Duración: 87 minutos
Sinopsis: Walter acaba de salir de la cárcel en libertad condicional después de cumplir una condena de 12 años por abuso de menores. Poco a poco, intentará reconstruir su vida y reintegrarse en la sociedad. [...]
Lea más en su fichaArriesgada y honesta. Es un lujo de película. Su mirada veraz, comedida y sincera hacía el tema de la pederastia no tiene precio, es valiosísima. Es una película que merece mucho la pena, una joyita desconocida que, a poco se que entre en ella, satisface sobradamente.

Pocas películas he visto tan desprovistas de artificios y excesos últimamente. Si acaso acusa una estética un tanto telefilmera y una música bastante regulera (por no decir mediocre). Apartado eso de la ecuación su óptica serena, limpia de prejuicios y trabas es admirable. Cualquier comportamiento de cualquier pesonaje que sale en la película es entendible. Desde el brutal rechazo de la hermana de Walter, hasta la relación con la chica de la fábrica, pasando por el asco del policia que lo visita periódicamente o el de sus compañeros de trabajo; la película posee un prisma tan sumamente comprensivo y piadoso, es tan ecuánime y equilibrado que la psicología de los personajes se torna compleja pero también, a la vez, compresible. Es como un ejercicio perfecto de funambulismo, no cae a ningún lado, es equilibrio puro. Disecciona las cosas tal y como son, con naturalidad, sin rozar, ni siquiera acercarse de lejos a lo maniqueo.

La peli hace de la sobriedad su arma principal. A pesar de lo austero y contenido de su tono, la fuerza de las situaciones es impresionante. La confesión de Walter a Vickie, cuando su cuñado le devuelve la mesa de cerezo, la conversación en el parque con la niña. Son escenas que a pesar de su serenidad golpean, chocan, duelen mucho. Provocan una desazón terrible sin necesidad de subrayar, sin énfasis alguno. Eso es ser sutil, en la más clara acepción de la palabra. El análisis del día a día de Walter no podría ser más duro sin necesidad de forzar las situaciones. La soledad, las ganas de cambiar. Es una disección lúcida y compasiva, la de un pobre hombre que admite el terrible mal que sufre y que quiere expulsarlo de una puta vez pero que no puede, ni con todas sus fuerzas. Es uno de los personajes más jodidos y tristes que he visto en muchísimo tiempo.

Kevin Bacon, por supuesto, tremendo. Con una mirada o con un simple gesto transmite una barbaridad. Su fuerza expresiva es brutal desde la más absoluta quietud. Kyra Sedgwick lo acompaña de manera ejemplar.

En fin, valiente y desasosegante. Un peliculón. Nota: 8/10