Recortes de mi Vida
Director: Ryan Murphy
Intérpretes: Joseph Cross (Augusten Burroughs) / Annette Bening (Deirdre Burroughs) / Brian Cox (Dr. Finch) / Evan Rachel Wood (Natalie Finch) / Joseph Fiennes (Neil Bookman) / Gwyneth Paltrow (Hope Finch) / Jill Clayburgh (Agnes Finch) / Alec Baldwin (Norman Burroughs) / Kristin Chenoweth (Fern Stewart) / Gabrielle Union (Dorothy) / Patrick Wilson [I] (Michael Shephard) / Dagmara Dominczyk (Suzanne) / Colleen Camp (Joan)
Duración: 116 minutos
Sinopsis: Basado en las memorias de Augusten Burroughs. Durante los años 70, el joven Augusten (Joseph Cross) vivía en una familia de clase media con un padre alcohólico (Alec Baldwin) y una madre con un trastorno bipolar (Annette Bening), que soñaba con ser [...]
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Estreno en España: 26 de Enero de 2007
Nota I.M.D.B.: 6/10 (1517 votos)

CRÍTICA

Las familias disfuncionales dan mucho juego, y no hay más que ver ejemplos recientes como Thumbsucker o la ya nominada al oscar (viva!) Little Miss Sunshine. Recortes de mi vida parece un intento de aprovechar ese filón del cine independiente, adoptando la obra literaria de Augusten Burroughs, que en forma autobiográfica relata unos primeros años nada convencionales. Y en su planteamiento hace esperar una historia especial, emotiva y ácida, pero deja tras de sí toda una serie de promesas incumplidas.

El narrador decide comenzar con una escena singular: el pequeño Augusten no quiere ir a clase, y su madre llama al colegio para excusarle como si de un juego se tratara, para después ensayar un recital ante él. La existencia de este niño estará marcada por las montañas rusas emocionales de su madre, poetisa fracasada y aparentemente bipolar (Annette Bening), la ausencia de autoridad de un padre alcohólico (Alec Baldwin), y las excentricidades de un psiquiatra (Brian Cox) y su familia, con los que convivirá durante gran parte de su adolescencia.

El director y guionista, Ryan Murphy, se estrena en la gran pantalla tras el éxito de sus series Nip/Tuck y Popular. Sale airoso en el terreno de la realización, pero fracasa en la elaboración del guión, tal vez de carácter demasiado episódico. El reparto demuestra su implicación, en especial Bening, a la que comtemplamos desde la original adoración que provoca en Augusten (Joseph Cross), hasta su caída en la enfermedad. El oscuro personaje de Gwyneth Paltrow ofrece algunos momentos de genial excentricidad, en una casa cuyo mérito escenográfico reside en haberlo llenado todo de trastos inservibles, y Jill Clayburgh resulta en el último momento el personaje más conmovedor de todos, como sufrida esposa del doctor Finch.

En Recortes de mi vida se suceden momentos de genialidad narrativa, como las reuniones del club de poesía, las primeras sesiones con el psiquiatra, alguna de las crisis de Bening… y en principio todo parece seguir una línea de ingenio, comedia negra y drama perfectamente equilibrados. Hasta que todos los personajes se desquician por completo en una escena de explosión argumental. Este clímax presagia la caída de la película en un terreno farragoso: el cineasta se pierde y no vuelve a encontrar el tono adecuado, ha desplegado toda la artillería pesada en la primera parte y llegado este punto se mueve entre el tragicismo exagerado y la falta absoluta de sensibilidad. Y es una pena, porque da la impresión de que el material original era bueno, pero por más que se esfuerzan los intérpretes por sacarlo a flote, la película se hunde en su propia ausencia de sinceridad.

La historia de Augusten Burroughs podría haber llegado muy lejos, pero desgraciadamente, se conforma con componer una mala copia de los Royal Tenenbaums.