Atrapa el fuego
Director: Phillip Noyce
Intérpretes: Robert Hobbs (Policía SB) / Derek Luke (Patrick Chamusso) / Tim Robbins (Nic Vos) / Bonnie Mbuli (Precious Chamusso) / Mncedisi Shabangu (Zuko September) / Tumisho Masha (Obadi)
Duración: 98 minutos
Sinopsis: Patrick Chamusso es un héroe de carne y hueso de la historia reciente del país. Patrick ama tiernamente a su esposa Precious y a sus dos hijas pequeñas. Trabaja de encargado en la refinería Secunda, símbolo de la autosuficiencia de Sudáfrica [...]
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Estreno en España: 19 de Enero de 2006
Nota I.M.D.B.: 6'8/10 (507 votos)

CRÍTICA

La presentación en Madrid del Festival Internacional de Cine Solidario tuvo lugar el día 15 de Enero de 2007, para la cual se contó con la presencia de el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz Gallardón, Doña Ana Botella y el actor Tim Robins. Éste último presentaba el film Atrapa el Fuego, del cual es protagonista.

El film cuenta la historia real de Patrick Chamusso, quien, en los años ochenta, fue encerrado, torturado y recluído como preso político por un crimen que nunca había cometido. De este modo, el film se centra en la cruel y truculenta historia del fin del apartheid en Sudáfrica, de los últimos coletazos de la represión blanca y de los movimientos terroristas que acabaron finalmente con la llegada al poder de Nelson Mandela.

Patrick Chamuso es un trabajador sumiso y apolítico de una refinería en Sudáfrica, es consciente de los problemas de su país, pero no deja que le hagan tomar parte, a pesar de haber tenido algún roce con las autoridades blancas, lo único que le pide a la vida es estar en paz con su mujer Precious y sus hijas, a quienes ama con devoción. Incluso al ser acusado de un atentado que no cometió, encarcelado y torturado, soporta el dolor sin ceder. Las cosas cambian cuando es su mujer la que es vejada. Al salir finalmente de la cárcel, abandona a su familia y se alista en la guerrilla. Así comienza su vida como terrorista contra el apartheid.

Phillip Noyce es el director de este film que no oculta su tendencioso y reivindicativo discurso, partiendo de la base de un guión firmado por Shawn Slovo, sudafricana refugiada en Gran Bretaña. Noyce ha destacado con algunas cintas de acción (algunas con tintes políticos) como Peligro Inminente, Juego de Patriotas o Calma Total –que probablemente sea su trabajo mejor logrado-; y también con descalabros del calibre de Sliver(Acosada), y al enfrentarse a una película que podríamos llamar histórica desbarra bastante y no sabemos si su principal propósito es el mensaje político, el humano, las vivencias del personaje o la recreación de la acción como espectáculo con transfondo histórico y político (como hiciera con El Americano Impasible).

Como casi todas las películas centradas en personajes reales, ésta adolece del que llamaré “síndrome del telefilm”, y no ahonda ni en el drama real del personaje como tal, puesto que se empeña más en presentarlo como héroe impoluto desde el principio, incluso haciéndonos ver que tiene un hijo ilegítimo con otra mujer; ni tampoco adquiriendo valor como recreación histórica. De este modo, la tensión dramática se desarrolla entre picos y valles marcados por los más fulleros golpes de efecto y los altibajos en el ritmo narrativo, que incluso hacen un poco pesadas las escenas de acción; las cuales, por cierto, beben de una más que obvia influencia hollywoodiense al parecer a ratos que estamos viendo algunas de las aventuras de Jack Ryan.

Quiza el verdadero handicap del film sea su planteamiento de unos personajes demasiado encasillados: el bueno buenísimo Patrick (Derek Luke, que se entrega y se deja la piel en el personaje) en contra del malo malísimo Nic Vos (Tim Robbins, que no se esfuerza demasiado en dominar una amanerada y poco expresiva interpretación) y en su partidismo obvio y nada sugerente, sin dejar al espectador la capacidad de decidir ni tan siquiera de darse cuenta de la crueldad y la injusticia sufridas por el pueblo oprimido, al atosigarlo tan ferozmente a odiar a los personajes blancos.

Sin embargo, teniendo en cuenta los más que considerables barrancos por los que un film como este puede caer, hay que agradecerle su carácter de “entretenimiento”, en tanto en cuanto no cae en el politiqueo puro y duro, a pesar de que al final, se convierte en un documental inesperado, que, sorprendentemente no desentona demasiado. Cosa que no se puede decir de los últimos planos, en los que vemos a Derek Luke jugando al fútbol con el verdadero Patrick. Absolutamente fuera de lugar.

Presentación en Madrid del Festival Internacional de Cine Solidario

En cuanto a la presentación del Festival de Cine Solidario, resulta imposible eludir el conato de “escándalo” que los medios han querido ver en la actitud de Robbins en Madrid. Algunos periódicos y telediarios han difundido la imagen de que el actor se negó a darle la mano al alcalde y comparecer en la rueda de prensa convocada con este por considerar que se le estaba involucrando en un acto fomentado por la derecha española, del cual no pensaba participar. Lo cierto es que Ruiz Gallardón llegó puntual a la cita con la prensa acompañado por Doña Ana Botella, cosa que Robbins no hizo, dejando colgados a los medios gráficos una hora de reloj con respecto al phototocall concertado.

A la salida de la inauguración del Festival, Gallardón se cruzó con el actor que llegaba a hablar de su película. Posaron, con una actitud más que evidente de enfado por parte del señor Robbins, y se ofreció una segunda rueda de prensa. Tras la cual comentó, es curioso que un alcalde pueda hacer el esfuerzo de venir a hacerse una foto con un actor norteamericano pero no lo haga para unirse a la ciudadanía en una manifestación, en referencia a la ausencia de Alberto Ruiz-Gallardón, en la marcha en contra de ETA celebrada este sábado en Madrid. También dijo: resulta sospechoso que el representante de la ciudadanía sea incapaz de escuchar la voz de esa ciudadanía a favor de la paz". Se confesó sorprendido y entusiasmado por la manera en que la gente reacciona ante la violencia en España ya que mi corazón estará siempre con las víctimas.

Demos gracias al señor Robbins por inmiscuirse en la política nacional y actuar tan sensatamente en un acto que no deja de ser un evento cultural promovido por un ayuntamiento, sea del partido que sea.