CINeol

O utiliza la Búsqueda Avanzada




Crítica - The Holiday (Vacaciones)

Poster

'Huele a prisas'

05/12/2006 - Por korben dallas

(2/5)

The Holiday (Vacaciones)
Director: Nancy Meyers
Intérpretes: Cameron Diaz (Amanda) / Kate Winslet (Iris) / Jude Law (Graham) / Jack Black (Miles) / Eli Wallach (Arthur Abbott) / Rufus Sewell (Jasper) / Edward Burns (Ethan) / Shannyn Sossamon (Maggie) / John Krasinski (Ben) / Kathryn Hahn (Bristol)
Duración: 138 minutos
Sinopsis: Después de conocerse casualmente en Internet, dos mujeres, una inglesa y una americana, desengañadas con los hombres y las relaciones amorosas, deciden intercambiar sus casas durante las vacaciones navideñas para darse un necesario respiro. A la llegada a sus respectivos destinos [...]
Lea más en su ficha

Estreno en España: 5 de Diciembre de 2006


CRÍTICA



La Navidad es una época del año caracterizada por una explosiva afluencia de las gentes de a pie a las calles, convirtiendo las vías en ríos humanos que rezuman vaho y se asestan paraguazos entre ellos como si de una gesta medieval superpoblada se tratara. Esas personas han sido programadas para ser felices en estos días (que cada vez se extienden más en el tiempo, por cierto) bajo la influencia de millones de bombillas que lavan cerebros y propician “Ohhhhs!” a punta de pala bajo su influjo. El principal objetivo de estos robots descerebrados atacados por el síndrome navideño es infestar las tiendas y empujarse los unos a los otros y, cuando el agotamiento físico llega (que no el de sus tarjetas de crédito) deben recuperarse para seguir comprando. Qué mejor modo de hacerlo que metiéndose en el cine a recargar las pilas de espíritu navideño y así de paso seguir sucumbiendo al consumismo feroz dentro del templo de la compra inservible, que es el centro comercial -dotado de un cine ultraplex- en el que ver un film “de Navidad” que alimenta esa desbocada euforia y nos hace salir pidendo más, alimentados por la ingesta de palomitas y cocacola, verdadera pócima calentada a fuego lento con las calefacciones infernales de las salas.



Pero para que toda esta maquinaria funcione, debe existir el “espíritu navideño” y eso es algo que el cine nos ha enseñado y nosotros lo hemos alimentado tomando cafés de Starbucks y colgando Papás Noeles de nuestros árboles. Todos los años por estas fechas surgen en nuestras carteleras filmes infantiles que se nutren de las vacaciones con una lógica económica aplastante y hasta cierto modo encomiable; pero aparejadas a ellas, van esos filmes ñoños hasta la saciedad, con jerséis mulliditos, cafés humeantes y personajes buenos que se aman hasta decir “no más, por favor”. Este es el caso de The Holiday (Vacaciones) un filme cómico a primera vista (según el trailer, centrado en los porrazos de la señorita Díaz) que esconde las vidas trágicas de sus protagonistas (bueno, trágicas vidas de millonarios, claro) y que se solucionaran satisfactoriamente al final alrededor de un chocolate caliente.

El argumento es el siguiente: Iris (Kate Winslet) está enamorada de Jasper (Rufus Sewell, empeñado en lograr interpretar los roles más desagradables de la cartelera), con quien mantiene una incierta relación mientras que él está prometido. Del otro lado del océano, Amanda (Cameron Díaz) rompe con su novio (Edward Burns, que gracias a San Nicolás sale poco) y se deprime. Ambas deciden irse de sus respectivos hogares en vacaciones y se conocen en una web de intercambio de casas. De este modo, Amanda acaba en una aldea idílica en Inglaterra, y de paso conociendo al hermano canalla de Iris, Graham (Jude Law), mientras que Iris vive en la casa de los sueños de Barbie Ínfulas de Berverly Hills, haciéndose amiga de un longevo guionista, Arthur (Eli Wallach) que le cuenta anécdotas del viejo Hollywood y enamorándose de Miles (Jack Black).

Por supuesto, todos los topicazos son tratados en el film con la mayor rigurosidad: el hermano canalla no es canalla, sino un atormentado y enamoradizo sensiblero; Amanda no puede llorar porque se traumatizó con el divorcio de sus padres en su niñez; la casa de Iris parece de un universo paralelo de cartón piedra en el que se empalagaría hasta el mismísimo Ronald MacDonald, etc, etc… Y esto junto a esa manía tan extendida que existe de vendernos filmes verdaderamente dramáticos -o que lo pretenden- como comedias desternillantes, cosa que hace que este redactor sienta reticencias antes de tragarse otro pastelón con azúcar suficiente como para matar de coma diabético al más pintado. Ejemplos los hay a patadas, pero hay que mencionar la cota alcanzada el año pasado con aquella "maravilla" que era La Joya de la Familia, película vergonzosa e insultante como pocas he llegado a ver.



Y a todo esto hay que añadir que el planteamiento de esta The Holiday recuerda escandalosamente a aquella película de Chantal Akerman de 1996, que se llamaba Romance en Nueva York y que protagonizaron Juliette Binoche y William Hurt.

Nadie de todo el reparto aquí destaca, me aventuro a decir que por lo insustancial de todos los personajes, que más bien navegan en una especie de parodia de sí mismos, como si ninguno se hubiera tomado demasiado en serio sus papeles. Kate Winslet sorprende por un trabajo plano y bastante vacío, a pesar de ser una de las mejores actrices del momento, mientras que Cameron Díaz lleva hasta el hastío su colección de gestos y gracietas que en este filme, sorprendentemente, no funcionan, numerito musical incluido (en serio, es fascinante la afición que tiene esta actriz por cantar o bailar en la pantalla y que todavía no le hayan propuesto un musical). Los secundarios se quedan en secundarios que ni entran ni salen y que parecen decir sus textos sin inmutarse.

The Holiday (Vacaciones) es una película que huele a prisas y a golosinas, en la que su directora (Nancy Meyers, quien ya nos ha "regalado" los sentidos con exquisiteces plastificadas como En qué piensan las mujeres, Tú a Boston y yo a Londres o Cuando menos te los esperas) parece más interesada en sacar planos bonitos de los interiores de las casa de los protagonistas (que en ocasiones dicen más de ellos que sus diálogos) que en contarnos una historia solvente y con coherencia. Claro que para ver casa bonitas prefiero comprarme una revista de decoración. Pero, es Navidad, da igual lo que uno vea porque en enero se irá de nuestras vidas como los envoltorios de los regalos y las cajas a medias de los turrones irán a la basura. Y en unos meses, engrosará las baldas de serie media de los almacenes de DVDs.



RUEDA DE PRENSA



Cameron Díaz y Nancy Meyers



La mañana del día 4 de diciembre se encaminaron los valientes y aguerridos redactores Irulan y Korben Dallas hasta un lejano y remoto país de ensueño, situado al norte de la ciudad de Madrid. Un vergel de vallas electrificadas y mansiones con estructuras sementeras llamado “La Moraleja”. Allí, en uno de sus más elegantes y elitistas edificios para business class se celebraba la rueda de prensa del film The Holiday, con la asistencia de su directora Nancy Meyers y la actriz principal Cameron Díaz. En un principio también iba a comparecer Jude Law, sin embargo y para nuestro desencanto, no pudo estar presente (todavía no sabemos por qué).

La rueda de prensa se desarrolló sin demasiadas novedades ni grandiosas preguntas aparte, claro está, de las siempre geniales incursiones de nuestros compañeros de la televisión, tan interesados en demostrarnos lo guays que son con sus chascarrillos. Por ejemplo: han preguntado a la directora por las influencias de Bergman (¿?) en su filme… a lo que la señora Meyers ha contestado con un batiburrillo acerca de la duración de las escenas bastante absurdo. Como la pregunta en cuestión.

Para terminar con la colección de preguntas sin fuste, enumeraremos las más relevantes: el momento en que se le ha cuestionado a Cameron el porqué de su pelo oscuro, a lo que ella ha contestado (con toda la razón del mundo) que lo lleva así porque le da la gana; y la más brillante de todas las cuestiones: tras confesar que después de retirarse dentro de mucho tiempo, desea irse a vivir a disfrutar de la tranquilidad de algún sitio solitario, le han inquirido que cómo puede decir eso cuando gana 10 millones de dólares por película… ¡¡¿¿??!! A lo cual, por supuesto, ha constestado con el tópico más tópico de todos los tópicos: "solo soy una chica normal a la que le encanta lo que hace, aunque podría dejar de trabajar en cualquier momento."

Por lo demás, Nancy Meyers ha hablado de lo maravilloso que es trabajar con gente como sus actores principales, especialmente con Cameron a quien ha definido como una mezcla de Carole Lombard y Goldie Hawn. Curiosamente ha mencionado que en el set es muy similar el trabajo de Kate y Cameron; en cuanto a la cuestión de cómo es trabajar con actores que no están conectados con la comedia, sino más bien encasillados en roles de drama, pero ha dicho que son tan buenos profesionales que da igual el papel con el que se enfrentes, que lo solucionan con soltura. Pero eso sí, ha dejado muy claro que no ha incluido en el filme aportaciones personales de los actores, que han debido ceñirse al texto casi al ciento por ciento.

En cuanto a lo que Cameron Díaz se refiere, se ha desecho en elogios hacia Nancy y hacia Jude, por quien ha sido inquirida, diciendo que es un hombre abierto, maravilloso y muy divertido y con el que ha resultado encantador trabajar. Respondiendo a qué le ha enseñado el film, ella ha respondido que enfrentarse con un personaje como Amanda, que no puede llorar, ha supuesto el ser más abierta y accesible al mundo, a conocer gente y amarla… Finalmente, le han preguntado si ella es la leading lady o la best friend (un juego de palabras del filme) en la vida real. Ella ha contestado que es un poco de cada, que es una chica muy corriente. Nancy Meyers ha dicho que es una leading lady. Nosotros nos quedamos con la última respuesta.

 

Visitada: 8806 veces






Puntuación de los Usuarios

5.94

(103 votos/14372 visitas) - Estadísticas >>