Pasado de vueltas
Director: Adam McKay
Intérpretes: Will Ferrell (Ricky Bobby) / Amy Adams (Susan) / John Baker (Ted Beaman) / Sacha Baron Cohen (Jean Girard) / Leslie Bibb (Carley Bobby) / Gary Cole (Reese Bobby) / Elvis Costello / Michael Clarke Duncan (Lucius Washington) / Greg Germann (Dennit) / John C. Reilly (Cal Naughton) / Jane Lynch (Lucy Bobby)
Duración: 105 minutos
Sinopsis: [i]Ricky Bobby[/i] y su compañero de equipo [i]al Naugton[/i] son los indiscutibles números 1 de las carreras Nascar. Son los héroes de este deporte de cuatro ruedas. Pero cuando la historia cambia y un francés les supera [i]Ricky[/i] deberá ser capaz [...]
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Estreno en España: 18 de Agosto de 2006
Nota IMDB: 6,6/10 (5.878 votos)

CRÍTICA

Ricky Bobby (Will Ferrell) ha sido el número 1 de la NASCAR, las carreras de coches de EEUU, durante mucho tiempo gracias a la ayuda que le ofrece su mejor amigo y compañero de equipo Cal Naughton, Jr (John C. Reilly). La llegada de un campeón francés de la Fórmula 1 a la competición, unido a un grave accidente y al abandono de su mujer, hará que Ricky Bobby tenga que luchar por llegar a ser de nuevo el número 1.

Con este planteamiento se nos presenta la comedia “Pasado de vueltas” o “Talladega Nights: The Ballad of Ricky Bobby” en su título original. (Parece que era un título largo y demasiado difícil para nosotros…)

Will Ferrell, al que hemos podido ver en “Los Productores” y “Embrujada”, escribe y protagoniza esta comedia para amantes del universo de las carreras, donde se intenta recrear el mundo de la NASCAR, pero exagerándolo hasta rozar lo ridículo. Algo así como si metiéramos en la batidora “Días de trueno” “Agárralo como puedas” y “Mr Bean”. De esta manera, el campeón absoluto, el número 1 de la alta competición americana es un tipo raro, con extrañas convicciones, un tanto estúpido y un tanto loco.

A su lado, John C. Reilly, al que hemos visto en “El Aviador” y en “La huella”, el buen amigo de Ricky y eterno segundón que se conforma con las migajas que va dejando su amigo. El dicho “¿Quién está más loco, el loco o el loco que sigue al loco?” se puede aplicar en esta relación de amistad.

Detrás de ellos como no podía ser de otra manera, una mujer, la esposa de Ricky, Carley interpretada por Leslie Bibb, a la que puede que alguien recuerde por su trabajo en series como “Nip/Tuck”, “Crossing Jordan” o “Pacific Blue”, una mujer egoísta y oportunista que no dudará en hacer lo que sea por conseguir su propio bien.

También podemos encontrar entre otros al gran Michel Clarke Duncan (“La milla verde”, “Sin City” -le podremos ver en las tres películas-, “La Isla”…) como Lucius Washington, el jefe de equipo de Ricky.

Y tras las cámaras y co-escribiendo el guión con Ferrell, su amigo Adam McKay, con quien ya había trabajado antes en “El reportero: La leyenda de Ron Burgundy”

“Pasado de vueltas” regresa al explotado mundo de las comedias de chiste fácil norteamericano, que son utilizadas para ridiculizarse a ellos mismos, lo cual está muy bien, ya que aunque en ocasiones pueda llegar a ser algo dura, nos demuestra que en el país de George Bush todavía hay gente que tiene más sentido del humor que el propio presidente. Mirada de lejos, con lupa y con mucha imaginación, podríamos hablar que se trata de una comedia profunda en la que se critica la forma de vida americana, su política, su cierta incultura y todo el patriotismo sicótico que sufren muchos. Pero bien pensado y volviendo al mundo real, se trata de una comedia más para pasar el rato y disfrutar o enfurecerse con tanto patriotismo gratuito (patriotismo irónico), porque para gustos los colores, y habrá quien se lo tome a guasa, y habrá a quien le moleste que sea una americanada.
Pero no sólo se ponen bien ellos. De paso, aprovechan para reírse de los franceses, de los gays, de la Fórmula 1 y de la parafernalia de las carreras, de la televisión…

Hablemos de los aspectos técnicos. ¿Actuación? Bueno, sí. Parece que Ferrell es un apasionado de las carreras y se lo ha pasado pipa haciendo esta película. Todos los actores cumplen su cometido y están correctos. Por supuesto, ninguno ganará un Oscar por su trabajo en esta película… pero seamos serios, si vas a ver esta película es que no esperas ver grandes actuaciones. A destacar las gansadas de Ferrell, que parece que está aumentando su popularidad película tras película. Y a “condenar” la actuación (como suele ser habitual) de los dos hijos de Ricky Bobby, que resultan nada creíbles, forzados y hasta repelentes (más de lo que pretenden todavía) en la versión doblada al menos.

La dirección de Adam Mckay ha cumplido las expectativas que pueden tener este tipo de películas, y se nota que ha puesto especial cariño y cuidado en las escenas de carreras. Los planos, copiados de las retransmisiones de la NASCAR se mezclan bien con los interiores de los vehículos, los primeros planos y el juego de miradas. Digamos que se empolló bien “Días de trueno” o la más reciente “Cars”. Hablando de “Cars”, es curioso que aun compartiendo el trasfondo de las carreras de la NASCAR, haya similitudes entre ambas películas. En las dos el protagonista debe emprender un viaje, en las dos hay una figura paterna que ayuda al héroe, y en las dos el protagonista se siente prisionero de alguna forma.

A destacar también el tratamiento televisivo que se utiliza constantemente de forma irónica. Una de las cosas que más pueden gustar son los “spots”, en los que Ricky Bobby, como todo deportista de élite que se precie, anuncia todo tipo de productos a cual más disparatado y de la forma más absurda. Y es que el señor Ricky Bobby tiene tantos contratos ridículos que tiene que nombrar a sus patrocinadores hasta en sus plegarias.

En definitiva, una buena película (no voy a decir que para ver en familia) para pasar el rato. Que nadie espere salir partiéndose de risa, pero tampoco creo que nadie pueda llegar a aburrirse, que es en definitiva para lo que se creó el cine. ¿O no era así? No sé… ya no me acuerdo.

Valoración intrínseco-personal: un justito 5 / 10