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Crítica - Pat Garrett & Billy the Kid

Poster

'Necesaria'

18/07/2006 - Por Hattie Carroll

(5/5)

Por fin podemos disfrutar de este clásico del western crepuscular en su versión íntegra y la diferencia es tan grande que apenas se puede expresar con palabras. La versión mutilada es una buena película pero confusa a ratos. La versión íntegra es una obra maestra, una de esas películas que se contempla y permanece en el recuerdo con una mezcla de felicidad plena y tristeza también plena. Tristeza porque refleja de manera acertadísima el camino de traición y deshonor que es la vida humana. Y felicidad porque un hombre sea capaz de reflejarlo en pantalla de manera tan sobrecogedora, sincera y honesta.

Parte de su arrolladora fuerza radica en la soberbia banda sonora de ese genio que es Bob Dylan, quien supo captar a la perfección todo el valor simbólico de la historia, dotándola de momentos casi mágicos. La escena del Knockin' on heaven's door es uno de los momentos más hermosos y terribles, más cargado de emoción que se ha visto jamás en una pantalla. Los planos de la mujer llorando, toda esa tristeza contenida, el hombre a punto de morir sentándose a contemplar el horizonte... simplemente helarán la sangre en las venas al que todavía la sienta palpitar en su interior de vez en cuando.

La búsqueda de Billy the Kid para darle muerte se convierte en un camino sembrado de traición con un Pat Garrett vendido a la supuesta justicia para mantener la vida propia a un precio tan alto que más vale morir. Un Pat Garrett que no duda (o sí, y mucho) en matar y manipular a sus antiguos amigos. El grito desesperado para impedir que profanen el cadáver de Biily al final de la historia posee el lirismo del hombre que sabe que a partir de ese momento la vida ya no podrá ser igual. Todo ese dolor se manifiesta también de manera potente y sutil en los planos en los que vemos como se sienta a esperar con la mirada dura y perdida a que su amigo salga de la habitación que comparte con su amada.

Las escenas injustamente cercenadas ayudan a comprender ese viaje trágico y sin retorno. Y, sobre todo, dejan en el espectador la terrible certeza de que Billy era un buen hombre, de corazón honesto e indomable, admirado y amado por todos sus amigos, y respetado por sus enemigos. Por eso su muerte se siente más cercana y duele de manera más hiriente en esta versión.

Mención especial merecen las interpretaciones de Kris Kristofferson y James Coburn, impecables en ambos roles. Y para los fans... la presencia como actor de Bob Dylan, que aparece ante la cámara tímido y cohibido y tan fascinante como siempre. Cuentan las "malas lenguas" que el rodaje fue un verdadero infierno, al calor agobiante se unía el talante y carácter hosco de un Peckinpah borracho durante gran parte del rodaje.

En defnitiva, Pat Garrett & Billy the Kid es una película necesaria, una joya del rebelde cine de los setenta, cargada de belleza y horror a partes iguales. Rodada con el magnífico pulso de Peckinpah, nos cuenta una historia que se queda en el alma para seguir atormentándola de vez en cuando.

10/10

 

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Puntuación de los Usuarios

7.95

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