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Crítica - Brokeback Mountain. En Terreno Vedado

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'Pequeña joya'

18/07/2006 - Por Corleone12

(4/5)

El amor, los romances y sus consecuencias han sido el eje central de innumerables películas. Nos han regalado obras maestras, buenas películas, obras edulcoradas y facilonas y también bazofias, como cualquier género cinematográfico pues. El género romántico es a día de hoy un género explotado, machacado por la precariedad y la falta de ideas, en el que la lucidez y la calidad brillan por su ausencia. Pero Ang Lee tuvo la audacia y el valor de contar una gran historia de amor, un relato que, sin ser de una trasgresión y una novedad espectacular en sus bases argumentales, sí que introduce un aspecto bien arriesgado e insólito: los protagonistas del idilio en el que se centra la película son dos hombres, para más inri, se trata de un romance homosexual entre dos rudos vaqueros, en el ambiente rural de la atávica y arcaica, en cuanto a aspectos de mentalidad, América profunda de principios de la década de los 60. Ello es un elemento bastante importante dentro de la fuerte relevancia e impacto que ha tenido Brokeback Mountain, es una novedad sí, pero la grandeza de esta película va más allá de que los amantes sean dos hombres en vez de la habitual pareja heterosexual, posee muchas más cualidades que la mera temática homosexual cosa que, obviamente, es lo que le ha dado tanta popularidad y dimensión mediática. Pero a esta película la hacen excelsa otros muchos factores.

Jack Twist y Ennis del Mar cruzan sus miradas por primera vez mientras esperan por fuera de la caravana de Aguirre, ya que pretenden que éste le proporcione un trabajo. Ambos estarán todo un verano cuidando de un inmenso rebaño de ovejas. La soledad y el aislamiento harán que, en un principio, entre ellos surja un sentimiento de compañerismo y de camaradería que desembocará en algo más, en una desmedida y exacerbada pasión, surge un amor que, para bien o para mal, va a durar el resto de sus vidas, no obstante es un amor del que, evidentemente, jamás van a poder disfrutar. Sin embargo los veinte años siguientes se van a ver jalonados por encuentros esporádicos entre Jack y Ennis.

Esta triste y honesta historia que nos cuenta Ang Lee, con un pausado y modélico tempo narrativo gracias sobre todo al magnífico guión sobre el que se sustenta, es una grandiosa película de actores, dos intérpretes que rozan la perfección, bordando dos complicados roles, que podían haber caído con mucha facilidad en la caricatura y en lo absurdo, pero que desprenden una credibilidad y una tristeza increíble. Dudo que Jake Gyllenhaal y Heath Ledger vuelvan a estar tan bien en su vida.

Pero Brokeback Mountain es sobre todo una desgarrada visión del amor, de la pura y desoladora tristeza que conlleva no disfrutar de él, una jodida visión de lo abyecto y despreciable que es un amor amputado, malogrado por circunstancias ajenas y exteriores, culminado con un climax final indescriptible, con una de las secuencias mas líricas y dolorosas que recuerda el cine de los últimos años.

A todo esto hay que sumarle la gran aportación de los secundarios, en especial Michelle Williams, en un papel doloroso y contenido. Y finalmente soberbia y bellísima música de Gustavo Santaolalla, sencilla y preciosa, premiada con un merecidísimo oscar.

Una gran película, austera, sencilla, honesta, valiente, apasionada, triste y desgarradora, una pequeña joya que se beneficiará con el paso de los años.

9/10

 

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