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Crítica - El Secreto de Anthony Zimmer

Poster

'Lucimiento de protagonistas'

13/07/2006 - Por Kralos

(3/5)

El Secreto de Anthony Zimmer
Director: Jérôme Salle
Intérpretes: Sophie Marceau (Chiara) / Yvan Attal (Francois Taillandier) / Sami Frey (Akerman) / Gilles Lellouche (Müller) / Daniel Olbrychski (Nassaiev)
Duración: 90 minutos
Sinopsis: Anthony Zimmer es un consumado estafador que está en el punto de mira de todas las policías del mundo. Nadie conoce su aspecto. Sin embargo, en la carrera que enfrenta a todos los que quieren darle caza, hay alguien que juega [...]
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Estreno en España: 14 de Julio de 2006


CRÍTICA



Anthony Zimmer es un estafador que está en el punto de mira de todas las policías del mundo. Su aspecto es un enigma ya que nadie ha conseguido verle nunca, aunque sí que hay alguien que le conoce bien: Chiara, su amante. Y gracias a ella, el policía Akerman tiene la convicción de que le atrapará, ya que sabe que Zimmer daría su vida a cambio de ver de nuevo a Chiara. Al saberse vigilado, Zimmer llama a Chiara para anular su cita en el último minuto y le pide que coja un tren y escoja a alguien al azar para despistar a sus perseguidores, entre los que se encuentran también las mafias rusas. Chiara aborda a François, un tipo normal que acabará atrapado por el cruel juego del estafador y por la fascinación que le produce la joven.



Este es el punto de partida de la cinta francesa dirigida y escrita por JÉRÔME SALLE, estrenándose como director, y protagonizada por SOPHIE MARCEAU e YVAN ATTAL. El secreto de Anthony Zimmer (o Anthony Zimmer a secas como es su título original) es una historia de intriga, un thriller policíaco donde no falta suspense, falsas apariencias y manipulación. En realidad, ese es el juego principal de la película en la que el director trata de manipular a sus personajes y al público para mantener esa atmósfera de intriga que pretende. Y digo "trata" porque aunque lo consiga con sus personajes, ni mucho menos lo logra con el público, ya que la historia se convierte en algo secundario en pro de el lucimiento de sus protagonistas.

Pero vayamos por partes. En el aspecto técnico tengo que hablar de una buena dirección teniendo en cuenta que se trata de la primera película del director. Un ritmo suelto que mantiene atento al espectador durante prácticamente toda la película, aunque hay ciertos aspectos que le delatan como "novato", como por ejemplo un excesivo uso de plano secuencia al corte (término cinematográfico que me acabo de inventar y sabréis de
qué hablo cuando lo veais).

Una de las cosas que más me sorprendieron positivamente fueron los efectos de sonido. Realmente los disparos, los choques y todos los "ruiditos" que necesitas en una película para conseguir impactar al público suenan muy potentes. Por el contrario, he de decir que me sorprendió muy negativamente que hubiera diálogos (en la versión original) que no se escuchaban. Ese es también un fallo de principiante y supongo que en un futuro, J. Salle cuidará de que sus técncos de sonido capten perfectamente los diálogos por muy superficiales que sean. Otro aspecto en el cual la película sobresale es en la música. Frederic Talgorn es el responsable de una banda sonora muy acertada, que consigue acelerar el ritmo de la película y que se complementa perfectamente con la imagen.



El resto de aspectos como son el montaje, la fotografía, etc, etc, son correctos... esto puede sonar flojo, pero es así. No estamos ante una superproducción, pero es una película de calidad inegable que aunque cojee en algunos de estos apartados, puede decirse que sale airosa de la contienda. De hecho, estamos hablando de una película a la que ha tratado muy bien la taquilla en Francia.

Respecto a los actores, tengo que decir que la presencia de Sophie Marceu eclipsa la presencia de un tímido Yvan Attal, al cual le va mucho mejor el papel al principio que al final de la cinta, lo cual es muy bueno para mantener la citada intriga inicial. El resto de actores acompañan correctamente y ayudan a crear la historia. Únicamente el personaje de Nassaïev, interpretado por Daniel Olbrychski es un poco más flojo de lo que cabría esperar del "malo" de la película (vease la ironía).

Sí, lo sé. No he hablado del guión. Es que lo dejaba para el final. Quizás el error más grave cometido en la película haya sido confiarle el guión, su adaptación y su escritura al propio director, al más puro estilo cortometrajista. De esta forma, siento decir que una buena idea ha sido de alguna manera mal aprovechada. Lo peor que le puede pasar a un guión y por consiguiente a la película, es que trate de sorprender con un giro inexperado, y que al llegar el crucial y tan esperado momento... el espectador ya supiera desde hacía buen rato lo que iba a suceder. Entonces empiezas a mirar al resto del cine por encima de tus hombros, y a poner carita de "yo ya lo sabía". Lo triste es girarte y descubrir que los de delante te están haciendo lo mismo.

Puntuación intrínsico-personal: 5'5 /10

 

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