Volver a la infancia. ¿Y por qué no?

¿Qué pasaría si Peter Pan abandonase el País de Nunca Jamás y volviese al cabo de unos 25 años?
Peter Banning es un alto ejecutivo que a sus 40 años ya ha conseguido todo en la vida. Tiene 2 hijos, está felizmente casado, pero hay algo que le incomoda, y es que ha perdido el recuerdo de quién fue una vez.
Una noche sus hijos son raptados por el Capitán Garfio, tendrá que viajar al país de nunca jamás para encontrarse con sus hijos y con lo que fue en su juventud, El mismísimo PETER PAN.

Robin Williams se encarga de ponerse en la piel de Peter Pan/Banning y quien mejor que él, un tipo forjado en la comedia y en el cine familiar, para esta cinta de aventuras para todos los públicos que adapta los personajes de la conocida obra de James M. Barry, a nuevas situaciones, manteniendo durante todo el metraje el espíritu del cuento, y conservando algunas frases, y momentos de la obra original.
Hitchcock dijo una vez que lo más difícil a la hora de hacer una película era trabajar con niños y animales, Pero a Spielberg eso no pareció importarle, a la hora de rodear el film de un reparto de lujo, compuesto por Dustin Hoffman (Capitan Garfio), el ya mencionado Robin Williams, Julia Roberts (campanilla) y Bob Hoskins (ayudante de El capitán Garfio), y colocarlos casi en un segundo plano en favor de los niños perdidos que pueblan el país de Nunca jamás y que esperan a que vuelva Peter Pan, para así poder liberarse del malvado Capitán Garfio.
Se hace extraño también ver a una gran estrella como Julia Roberts convertida en Campanilla, y a pesar de que su papel es muy importante no deja de ser muy pequeño en comparación con el resto del reparto.

Lo que más sorprende a la hora de ver el film son los maravillosos decorados y vestuario, así como la increíble cantidad de colores que pueblan la cinta y que le dan una vida enorme, ayudado también por una magnífica fotografía que realza todavía más todos los aspectos de luz y color.
Para no perder la costumbre John Williams vuelve a componer la banda sonora, y lo hace como casi siempre, es decir, muy bien. Con temas llenos de fuerza, sobretodo a medida que vemos como Robin Williams va recordando su pasado y vuelve a ser Peter Pan.

El film cumple su objetivo de entretener y ofrecer una buena historia con un final Spilberiano a los que no tiene tan acostumbrado, y que en está ocasión casa perfectamente con el tono general de la película, pero quizás peque y ya son muchas veces de ser demasiado larga, y no es que se haga pesada ero en ciertos momentos da la impresión de que para contar esta historia no hacían falta 136 minutos. Además quitando de Dustin Hoffman, en su papel más esperpéntico hasta que llegó Extrañas coincidencias, el resto del reparto no destaca en absoluto, Robin nos ofrece un papel al que nos tiene acostumbrado, Bob Hoskin queda eclipsado por Dustin Hoffman y Julia Roberts sólo pasaba por allí, pero por los menos el reparto infantil nos ofrece los momentos más entrañables de la cinta, y en algunos momentos se colocan a la altura de las grandes estrellas.

La película es una vuelta a la infancia, a la imaginación, a la inocencia. Adjetivos con los que muchos críticos calificaban el cine de Spielberg, como un cine vacío y sin contenido. Pero el director nunca se ha preocupado mucho de los críticos y sabe que funciona en pantalla y que es lo que el público quiere ver, y como siempre vuelve a lograr una película más que recomendable para pasar un buen rato, y olvidarse de los problemas y, por que no, permitir que el espectador vuelva a sentirse joven, vuelva a imaginar, y a sentirse como un niño y al acabar la película querer pelear con espadas o que un hada nos ayude a volar. Quizás solo sea fantasía, pero tal y como está el mundo de vez en cuando vale la pena evadirse con películas como está.
Un 8/10