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Crítica - Brokeback Mountain. En Terreno Vedado

Poster

'Visionado obligatorio'

19/01/2006 - Por Irulan

(4/5)

Brokeback Mountain. En Terreno Vedado
Director: Ang Lee
Intérpretes: Heath Ledger (Ennis del Mar) / Jake Gyllenhaal (Jack Twist) / Anne Hathaway (Lureen Newsome Twist) / Michelle Williams (Alma Beers del Mar) / Linda Cardellini (Cassie Cartwright) / Randy Quaid (Joe Aguirre) / Graham Beckel (L.B. Newsome) / Scott Michael Campbell (Monroe) / Anna Faris (LaShawn Malone) / Tom Carey (Rodeo Clown) / David Harbour (Randall Malone) / Brooklynn Proulx (Jenny 4 años) / Kate Mara (Alma Jr. 19 años) / Roberta Maxwell (Madre de Jack)
Duración: 134 minutos
Sinopsis: Dos hombres jóvenes, un cowboy de un rancho de Wyoming y un jinete de rodeos, se conocen durante la temporada de pastoreo de las reses en 1963. Su relación pronto pasará de la amistad a algo más, algo que deberán mantener [...]
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Estreno en España: 20 de Enero de 2006
Nota I.M.D.B.: 8/10 (14290 votos)


CRÍTICA




Brokeback Mountain. En Terreno Vedado no podría llegar a nuestro país en mejor momento. Y es que lo hace en la misma semana en que se ha llevado cuatro Globos de Oro (en la categoría de Drama, incluyendo tres de los gordos: Mejor Guión Adaptado, Mejor Director y Mejor Película). Estos premios, cierran una lista interminable de galardones que el film ha obtenido desde su estreno (incluyendo el de Mejor Película en el Festival de Venecia), y que colocan a la cinta de Ang Lee en un lugar privilegiado de cara a los Oscars y sus nominaciones. ¿Será capaz la tan clásica (a veces) Academia de premiar una película así? Esperemos que sí, porque merecer lo merece todo.

Ang Lee es posiblemente uno de los mejores directores de nuestro tiempo, y este título viene a confirmarlo. Olvidemos su film anterior (la prescindible para tantos Hulk), y casi olvidemos también Tigre y Dragón (premiada en su día con el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa). Donde tenemos que mirar es a otros títulos anteriores, desde Sentido y Sensibilidad hasta El Banquete de Bodas, pasando por La Tormenta de Hielo (el más claro referente en su filmografía a este su nuevo título). En todas estas películas Lee ha demostrado ser un director que sabe tratar y retratar a sus personajes, y en la última de ellas dejó claro cómo de frío y de sutil puede ser, cómo de tranquilo y pausado es el ritmo de sus películas, cómo de esta forma puede contar cosas atroces sin recurrir a tantos elementos manidos.

Y precisamente todas estas cosas se pueden aplicar a Brokeback Mountain, su mejor película e incluso quizá lo mejor que hemos visto en muchos años en una sala de cine. Un film de esos que se quedan estancados en la cabeza de uno y cuyas imágenes nos son recurrentes durante varias semanas. Un film de esos que nacen con vocación de clásico y que crecerá con los años. La película está basada en un relato corto de Annie Proulx que se publicó en la revista The New Yorker en 1997, y no es la primera adaptación que se hace de sus textos (uno de ellos, Atando Cabos, que le valió un Premio Pullitzer, tuvo una interesante versión cinematográfica de la mano de Lasse Hallstron). El cuento (porque es eso, un cuento) conmovió a los dos guionistas de la película, que no tardaron en convertirlo en un fantástico guión que no pudo caer en mejores manos: las de Ang Lee.

Brokeback Mountain es una película con dos partes muy definidas, ocupando cada una de ellas más o menos el mismo metraje. La primera parte arranca a primeros de los años 1960, cuando Ennis del Mar (un soberbio Heath Ledger, que se come la pantalla con cada una de sus frases, de sus gestos comedidos) llega a Signal, un pequeño pueblo de Wyoming, en busca de un trabajo de verano que le permita ahorrar para casarse con su novia Alma (una brillante –y guapísima- Michelle Williams). Allí, consigue un empleo como pastor de ovejas en la montaña Brokeback, y junto a él va Jack Twist, un joven vaquero que quiere ganarse la vida en los rodeos (y está interpretado, de nuevo maravillosamente, por Jake Gyllenhaal). Al llegar a la montaña los dos cowboys apenas se hablan, no se conocen y son reservados y en cierto modo orgullosos. Sin embargo la soledad y el roce en las comidas les convierten en dos grandes amigos, hasta que un día se dan cuenta de que lo que existe entre ellos va más allá. Y es curioso ver cómo luchan, cómo no quieren ser homosexuales, cómo siguen siendo igual de “hombres”, igual de “viriles”, pero no pueden evitar ese enorme amor que sienten el uno por el otro. Es en la montaña, en su bello paisaje, cuando Lee nos muestra unas imágenes sublimes, donde nos cuenta una de las más hermosas historias de amor que hemos podido ver. Muchos ríos de tinta han corrido por tratar la película el tema homosexual (mucha gente ni siquiera sabe que Lee ya había hablado de ello en la antes mencionada El Banquete de Bodas, un film de 1993), pero en el fondo Brokeback Mountain no es una “cinta de gays”, es sólo una desgarradora historia de amor universal, y sería una pena que la miopía de muchos les hiciese perderse un título así.

Sin embargo no todo es perfecto, y el verano acaba para los amantes. Ambos vuelven a sus casas, y hacen lo que se espera de muchachos como ellos. Ennis se casa con Alma, y tienen dos hijas. Jack va a los rodeos donde conoce a Lureen (Anne Hathaway, probablemente la más floja de los intérpretes) y también se casa con ella y tiene un hijo. Y así pasan los años, pero ellos no consiguen olvidarse de lo que tuvieron, sus sentimientos siguen intactos. Así comienza una serie de encuentros furtivos entre ambos, que se reúnen en la montaña que vio nacer su amor. Jack quiere luchar por su relación, pero Ennis es tímido y tiene demasiado miedo. Y de este modo pasan 20 años en sus vidas que de repente se convierten en un sinvivir, porque las cosas cada vez son más difíciles, porque cuanto más tiempo pasa más se necesitan y menos se pueden ver. Y es quizá esta segunda parte del film la que adolece de algunos defectos, principalmente por la dificultad de plasmar el hecho de que pasen 20 años utilizando los mismos actores. Por mucho que les pongan unas canas, un bigote o una peluca, Ledger, Gyllenhaal o las chicas se siguen viendo jóvenes (aunque los personajes en sí crecen, son más adultos, están más tocados por la vida). Del mismo modo, el tono pausado y lento de la cinta, así como cierta frialdad, puede resultar contraproducente para más de uno.

Aun así estas son nimiedades que quedan en el olvido al ver los valores generales de Brokeback Mountain, que no sólo conmueve con una bella historia (que en el fondo es lo más importante), sino que además es bella formalmente. Los sobrecogedores paisajes, la cuidada fotografía, la banda sonora (con artistas de renombre que van desde Emmy Lou Harris hasta Rufus Wainwright),… son todos elementos que convierten a esta película en una de visionado obligatorio más que recomendado.

 

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