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Crítica - Aeon Flux

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'Irá Charlize a recoger el razzie como hizo Halle Berry?'

04/01/2006 - Por Veerleen

(1/5)

Aeon Flux
Director: Karyn Kusama
Intérpretes: Charlize Theron (Aeon Flux) / Marton Csokas (Chairman Trevor Goodchild) / Jonny Lee Miller (Oren Goodchild) / Sophie Okonedo (Sithandra) / Amelia Warner (Una Flux) / Frances McDormand (The Handler)
Duración: 93 minutos
Sinopsis: Dentro de 400 años, una plaga habrá erradicado a la humanidad de la faz de la Tierra. A toda, excepto a la ciudad amurallada de Bregna, gobernada por un consejo de científicos. Pero en ella no hay paz: un grupo de [...]
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Estreno 5 de Enero de 2006

Nota IMDB (04-01-2006): 5.3/10 (3.824 votos)

Crítica



Puede que Aeon Flux represente para Charlize Theron lo que Catwoman representó para Halle Berry y es que no hay por dónde coger la película. La primera escena bastaría para resumir lo que nos espera en el resto del metraje: Charlize Theron (preciosa eso sí) sigue con la mirada el vuelo de una mosca y... la atrapa con las pestañas. Este tipo de elementos de cómic son muy divertidos y efectivos sobre papel o dibujos animados, pero al pasar a cine se convierten con extrema facilidad en ridículos.

Siglo XXV. Una plaga mortal ha asolado la Tierra y sólo 5 millones de personas han logrado sobrevivir. Unidas, viven en Bregna, única ciudad humana que queda en pie, liderada por la familia Goodchild. La sociedad es idílica y sus habitantes felices, aunque, de vez en cuando desaparece alguien sin dejar rastro. La única resistencia procede de los Monicanos, un grupo rebelde que lucha por acabar con el régimen impuesto. Aeon Flux es su asesina más letal y su misión, asesinar al presidente Trevor Goodchild (Marton Csokas, Celeborn en El Señor de los Anillos).

A quien interese Aeon Flux por ver a Charlize Theron en todo su esplendor puede frotarse las manos. La película está plagada de planos sin sentido pero, eso sí, con la protagonista semidesnuda. La pregunta que se harán los productores será ¿para qué queremos guión si tenemos vestidos con poca tela? Y es que el vestuario merece un capítulo aparte. Los modelitos son originales, muy modernos y le sientan muy bien a Charlize, pero ¿a quién le entra en la cabeza que una asesina profesional vaya a atacar la base enemiga con un trajecito ¡blanco!, con un bonito corte japonés? No hay quien entienda porqué se invierte tanto en adaptar correctamente una novela y tan poco en cómics y videojuegos que exigen incluso más trabajo.


El resto del reparto salva el tipo como puede. Todos son buenos actores, nominados o ganadores de algún oscar, pero si el personaje no ayuda hay poco que hacer. Sophie Okonedo lidia con un papel de asesina semi-mutante, Jonny Lee Miller es Oren Goodchild, hermano del presidente, Pete Postlethwaite, una especie de vigilante en la sombra y Frances McDormand, en un papel casi inexistente y prescindible, es la líder monicana, aunque parece más bien la reencarnación de Síndrome, el malo de Los increíbles.

Bienvenida Charlize al selecto club formado por Geena Davis (Memoria Letal) y Halle Berry (Catwoman). Y es que muy pocas actrices son capaces de sacar adelante con dignidad un papel de este tipo, quizá Michelle Pffeiffer, la perfecta Catwoman y Uma Thurman, lo único salvable de Batman y Robin como Poison Ivy, sean de las pocas elegidas.
Malos de juguete, guión previsible, giros de la acción ridículos, dirección irregular… Karyn Kusama lo tiene muy difícil para acercarse al éxito que supuso su debut en la dirección “Girlfight”. Si no queréis desperdiciar vuestro dinero, ahorráosla, y si aún tenéis ganas de ver a Charlize y sus modelitos ajustados, mejor buscad fotos en Internet, os saldrá más rentable.

Una última pregunta: ¿Irá Charlize a recoger el razzie como hizo Halle Berry?

 

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