Director: Miguel Martí
Guión: Juan Carlos Rubio
Productor: Pedro Uriol
Reparto: Iván Hermes (Toño), Tomás Fonzi (Fito), Andreu Castro (Luisito), Juana Acosta (Natalia), Estíbaliz Gabilondo (Sofia), Fede Celada (Paco), Luke Donovan (Michael), Octavi Pujades (Oliver) y Kira Miró (Lorena).

Estreno 27 de junio de 2003

Sinopsis

Toño y Fito son dos amigos completamente diferentes. Toño es el típico ligón e irresponsable que siempre está metiendo en líos a Fito, todo lo opuesto a su amigo, estudiante, responsable... y bastante salido. Toño trabaja de becario en una revista musical, al igual que Oliver, un niño pijo que está en la revista para parecer responsable de cara a sus padres y seguir cobrando su mensualidad.

Todo iba bien hasta que la revista decide recortar plantilla y contratar sólo a uno de los becarios, el que consiga el mejor reportaje de su vida en tan solo una semana. Toño decidirá entonces conseguir una entrevista de Slam, una famosa estrella de rock que no condede nunca entrevistas, y para ello tendrá que ir al Cactus Festival, convenciendo a Fito para coger la furgoneta de su padre contra su voluntad, y llevándose con ellos a un primo seminarista a cambio de una ayuda económica de su madre, quien pretende quitarle la idea de ser cura. Por el camino tendrán todo tipo de problemas, y no menos cuando lleguen al festival de música.

Crítica

Tal y como dice su director, Slam es una comedia gamberra y transgresora dirigida a un público juvenil. Es el segundo largometraje de estas características que produce Morena Films, después de la no muy exitosa Gente Pez con la que guarda muchas similitudes. Su intención claramente es imitar ese género de comedias juveniles estadounidenses protagonizadas por jóvenes irresponsables que sólo piensan en divertirse (Colega ¿dónde está mi coche?, Viaje de pirados, etc.), de guión hueco y chistes fáciles. Aún así, Slam resulta ser una comedia fresca y divertida. Trata sin tapujos ni lecciones morales temas como el sexo y las drogas y, aunque la mayoría de las situaciones cómicas que se dan están un poco sudadas, conseguirá hacernos reir en más de una ocasión.

Miguel Martí, su director, no es un novato en el mundo del cine, pero Slam es su primer largometraje en la dirección. Se nota su experiencia en el rodaje de documentales y spots publicitarios, ya que consigue impregnar el film de una fuerza y rapidez destacables, teniendo la música una gran importancia, aspectos todos que sobresalen frente a sus homónimos norteamericanos. No obstante la película ha contado con un presupuesto elevado de más de dos millones de euros, y eso se nota.

Respecto a los actores, son un grupo de jóvenes bastante rodados en televisión, entre los que destaca con diferencia Tomás Fonzi (Fito), hermano de Ricardo Darín en Nueve reinas y uno de los protagonistas de Kamchatka. Este joven actor argentino fue nominado al premio "Condor de plata" como revelación masculina en el año 2000 y seguro que nos seguirá sorprendiendo en el futuro.

Slam, una comedia maleducada, fresca y moderna, dirigida a un público específico al que no le importará abstenerse de ver buen cine a cambio de echar unas risas fáciles. Después de todo, es superior a su competencia estadounidense, así que los amantes del género harán bien consumiendo producto nacional.