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Crítica - Sin Novedad en el Frente (1930)

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'Legado impagable'

05/11/2005 - Por Sycamore

(5/5)

En la historia del cine bélico siempre han existido distintos modos de acercarse a un universo tan despiadado como el de las guerras. Existen películas heroícas, películas casi documentales, películas desmitificadoras y las puramente antibelicistas. Entre estas últimas todo el mundo recuerda la obra maestra de Kubrick Senderos de gloria, o también La chaqueta metálica, Nacido el 4 de julio y otras por el estilo. La madre de todas ellas, sin ningún género de dudas, se considera Sin novedad en el frente: un film increíblemente expresivo a pesar de realizarse recién llegado el sonoro y que aún hoy en día guarda el sentido a pesar de que las guerras poco tienen que ver con las indiscriminadas avalanchas de hombres de la I Guerra Mundial.

La película comienza con los tambores de guerra en una Alemania que se despertaba al mundo con bayonetas y granadas para comerse el mundo. Se centra en un grupo de jóvenes, casi niños, que alentados por su patriótico maestro se lanzan a la aventura esperando gloria y victoria. Pero nada de eso se encuentran en el campo de batalla. A base de escenas de todo tipo, poco enlazadas y formadas como capítulos de la novela sobre la que está basado el guión, Lewis Milestone nos va llevando de un sitio a otro, eliminando el factor romántico de la guerra y mostrando la dura realidad: los soldados lo único que quieren es sobrevivir y volver a sus tranquilas vidas con su familia. Nada de patria, honor ni gloria; sólo polvo, muerte, escasez y miedo, mucho miedo. El único contrapunto positivo que nos muestra el guión, heredado de la novela escrita por un auténtico combatiente, es la amistad surgida dentro de las trincheras y que une a los soldados bajo la misma miseria. Es el único atisbo de optimismo sobre la raza humana que se ve en toda la película. El resto de la película no deja muy bien al personal: líderes incompententes, alentadores egoístas, estrategas de salón.

Sorprende Sin novedad en el frente porque está realizada en 1930. Su mensaje antibelicista es muy válido hoy en día aunque ha perdido parte de su frescura, simplemente porque la guerra ya no es lo que era: hoy en día se televisa y hasta se cuentan los muertos y se entrevista a sus familias. Lo que sí está intacto es la realidad de los soldados como peones indefensos que sólo piensan en volver con sus familias y la futilidad y falta de humanidad que rodea a todo acto bélico. Esto no resta mérito a una película que fue rodada cuatro días después, como quien dice, de que llegara el cine sonoro y que se alimenta de un guión cargado de diálogos profundos sólo abordables a través del sonido, así como los bombardeos constantes que atormentan a los soldados. El trabajo de cámara es también muy destacable y las escenas de avalanchas de soldados se muestran realistas con la perspectiva adecuada. Quizá el montaje y la adaptación de la novela podían haber dado para más, pues la esquemática manera de estructurar la película de Milestone consigue que no nos identifiquemos con los actores hasta bien entrada la película y que las escenas en muchas ocasiones no se sucedan con fluidez.

Quizá años después Kubrick logró, cinematográficamente hablando, una obra maestra al condensar todo un sentimiento antibelicista en una maravilla de 86 minutos de duración, pero Sin novedad en el frente es una referencia clara y marcada para todo el cine bélico que difícilmente dejará indiferentes a todos aquéllos que no logramos entender cómo el ser humano ha sido capaz de realizar tantas tropelías en su historia, y cómo nunca ha logrado aprender de sus propios errores. Legado impagable, Sin novedad en el frente es un visionado obligatorio ya no para los amantes del cine sino para todo el mundo.

9/10

 

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