Director: Giordano Gederlini
Guión: Matt Alexander y Giordano Gederlini
Productores: Marc Missonnier y Olivier Delbosc
Reparto: Cyril Mourali (Marco), Mai Anh Le (Akemi), Yasuaki Kurata (Morio) y Said Serrari (Nadir)

Estreno el 6 de Junio del 2003

Sinopsis

Japón. Época feudal. En pleno corazón de un bosque de bambú, se desencadena un feroz combate entre varios monjes guerreros, que acuden al rescate de una joven embarazada, y el padre de ésta, un general caído en desgracia, que está decidido a dar muerte a su hija y a su peligrosa descendencia. Al morir en el combate, el general no logra evitar el nacimiento del demonio Kodeni...

Época actual. La historia se repite. Kenji X, un joven programador de videojuegos se suicida ante los ojos de un grupo de asesinos que lo persiguen sin tregua. Con su muerte, se lleva a la tumba el secreto de un misterioso microprocesador ansiado por Kodeni, que cuenta ahora con 500 años de edad y es líder de una poderosa secta dedicada a la venta de videojuegos de combate.

Crítica

He acudido ya a unas cuantas premiers gracias a CINeol y procuro siempre traeros mi opinión de forma objetiva y pensando en vosotros que sois los que finalmente pagáis la entrada. Si el proyecto es bueno, hay algo de talento o entretiene suelo apoyar a la película, porque quiero que se siga haciendo todo el cine posible. Pero en películas como Taxi 3 o Samurais tengo que dar un tirón de orejas generalizado. Director, productores y actores podían haberse ahorrado el dinero y donarlo a alguna causa de carácter social.

La película es un refrito de temas manidos y repetidos hasta la saciedad. Malo muy malo, chico guapo que se enamora de chica guapa en apuros, un guión que conocemos su desenlace desde el minuto uno, interpretaciones penosas, todo rehogado con mamporros a diestro y siniestro.

La trama es absurda y muchas veces repetidas en cientos de películas. ¿Dónde vamos a llegar si películas como esta que hace años no hubiera sido más que una pobre producción de serie B llegan al cine? Si acudís a verla que sea sólo para disfrutar de la música compuesta por Kenji Kawai, músico japonés que ha intervenido en películas como Patlabor o Ghost in the Shell. Si queréis que destaque una interpretación, lo haré del actor que me parece el menos malo, Said Serrari, que interpreta el papel de amigo del protagonista y nos sacará alguna sonrrisa con una o dos de sus continuas tonterías.

Si os sobra el dinero y vais mucho al cine pasad a ver esta aberración. Si os gustan películas que os hagan pensar, que tengan un mínimo argumento o que la acción tenga algo de calidad tachad esta cinta de vuestra agenda. La película se proyectó en el pasado festival de Sitges (Festival Internacional de Cinema de Cataluña), pobres de aquellos que fueron a verla.