“El silencio de los muelles”

Es curioso que siendo una de mis películas favoritas “Un tranvía llamado deseo”, no hubiera visto aún “La ley del silencio” por unas cosas u otras y eso que estuvo dirigida y protagonizada por los mismos artífices de la primera, Elia Kazan y Marlon Brando, pero bueno nunca es tarde para disfrutar esta película, que supuso un punto de inflexión tanto para Brando como para Kazan, además de estar avalada con 8 Oscar, consiguiendo sus premios principales.

La facultad de esta película es su manera de narrar con sencillez una historia de corrupción en los muelles de New Jersey, relatando acontecimientos muy realistas de aquella época y enseñando las dificultades de los estibadores del muelle frente a esas corruptas y desalmadas personas que sólo quieren sacar beneficio del esfuerzo de los trabajadores y nos lo cuenta desde la perspectiva de un estibador, Terry Malloy (Marlon Brando), que actúa y hace recados bajo la sombra manipuladora de Johnny Friendly (Lee J. Cobb), el retorcido jefe de los estibadores, pero en un momento dado uno de los trabajadores amenaza la posición de poder de Johnny y es asesinado con la ayuda involuntaria de Terry. Cuando Terry recapacita sobre su implicación en el asesinato, empieza a reflexionar sobre su vida y su posición en la organización de Johnny. Mientras el padre Barry (Kart Malden), intenta que los estibadores hablen sobre la corrupción que gira alrededor de ellos y apoyándole a su lado está Edie (Eva Marie Saint), hermana del asesinado, que inicia una relación con Terry.

Es elogiable en “La ley del silencio” no sólo como he comentado la sencillez en su propuesta, sino que también se puede definir su guión como casi perfecto. Aunque trate al personaje principal con cierta candidez o estar a veces sujeta a tópicos argumentales de un hombre que quiere enmendar sus errores, después de más de 50 años, el guión aún tiene la misma fuerza, no ha envejecido y aunque los planteamientos resultan tal vez algo desfasados, son de fácil compresión y el espectador se implica con lo que sucede en pantalla, ya que toca temas que están tan cercanos tanto de una persona trabajadora de ahora como de hace medio siglo.

Seguramente, con “La ley del silencio”, Kazan tuvo una oportunidad de liberarse de algunos demonios personales, ya que anteriormente fue un colaborador del Comité de Actividades Antiamericanas en la conocida época de la Caza de Brujas y acusó a varios colegas suyos de pertenencia al Partido Comunista y es un hecho curioso que en esta película has escenas en las cuales un hombre está en un juzgado y traiciona a sus antiguos amigos y colegas, suponiendo tal vez un metáfora moral de lo que Kazan hizo, pero eso ya cada espectador puede sacar sus conclusiones.

Marlon Brando trabajó anteriormente con Kazan en “Un tranvía llamado deseo” y “Viva Zapata”, siendo este director de origen turco quien sacó la mejor de Brando, consiguiendo de él una excelente interpretación en todas ellas. Brando ha realizado asombrosas interpretaciones, pero es la de mayor capacidad actoral que le he visto, destacando un par de escenas que dan ejemplo de su finura como actor, como cuando va caminado por el parque con Edie y juguetea con un guante de ella y sobretodo ese discurso final en el muelles, con todos los trabajadores detrás.

Pero no sólo Brando realiza una gran actuación, en esta película hace su debut Eva Marie Saint, que ganó el Oscar a la Mejor Actriz Secundaria y que muchos recordareis su intervención en “Con la muerte en los talones”, además de uno de los mejores secundarios de la historia, Karl Malden, en un papel de mucha fuerza, siendo las demás interpretaciones de un gran nivel, como las de Rod Steiger y Lee J. Cobb, todas ellas nominadas al Oscar al Mejor Actor Secundario, lo que da una idea del nivel interpretativo de esta película que roza la perfección.

En definitiva, “La ley de silencio” es una de las más grandes películas de la historia, su calidad argumental y actoral está más que contrastada, no se como no la vi antes y recomiendo encarecidamente su visionado, no os decepcionará.