“¿La televisión del futuro?”

A muchos os habrá sorprendido ver una crítica de “Perseguido”, incluso resultaría algo escasa de contenido en la época que se estreno, pero ahora después de casi 20 años hay muchos detalles curiosos que concuerdan con la realidad televisiva actual, uno de ellos es el impacto social que se produjo y aún continúa, no sólo en nuestro país, de un fenómeno televisivo llamado “Reality Show”, es decir representar la vida de ciertas personas a través de cámaras tratándolo todo como un mero espectáculo para saciar la extraña curiosidad del ser humano por las vidas ajenas.

“Perseguido” trata de un “Reality Show” extremo, es decir, de un concurso en el cual un grupo de desquiciadas y desequilibradas personas llamadas “cazadores” tratan de atrapar y matar a unos supuestos criminales denominados “corredores” a través de las devastadas calles de una apocalíptica Los Angeles. Con este argumento es de suponer que es una película de acción sin ningún fundamento, pero nos enseña como la población es manipulada por la televisión, de como solamente se les muestra lo que interesa, vemos también como la televisión produce un efecto de idiotización progresiva en los habitantes de la ciudad, la cual compensa sus desgracias cotidianas, su hambre, su falta de trabajo, por sólo ver como unas personas destrozan a otras, ya que la violencia visual es algo que excita sobremanera al ser humano y le hace olvidar todas sus penurias. También observamos como elevan y derrumban a héroes en un momento y es sorpresivo ver que cuando al final todo se colapsa, sus expresiones se tornan en perplejidad, ya que todo el orden que tienen establecido, que creen perfecto, va cayendo.

Lejos de esa crítica, lo más destacable de la película, lo demás es sólo un complemento que acompaña la película, ya que tampoco es un guión de demasiadas exigencias, pero la historia se potencia algo con la inclusión de una de las grandes estrellas de Hollywood, Arnold Schwarzenegger, que venía de realizar uno de los grandes éxitos de los 80, “Depredador” e interpreta de nuevo una película donde era el protagonista absoluto. Arnold vivía la época más exitosa de su carrera, donde triunfaba con sus películas de una sola palabra: Cónan, Depredador, Terminador, Ejecutor, Perseguido…, pero en esta película (como en muchas) su actuación se limitaba a pronunciar diálogos con frases recurrentes llenas de latiguillos sarcásticos dentro de un guión como he dicho poco exigente, incluso Arnold se permite el lujo de pronunciar su palabra más famosa, “Volveré”, lejos de la famosa saga de Terminador.
A su lado las actuaciones tampoco son mejores, son mediocres, con una Maria Conchita Alonso que posteriormente lo único destacable que hizo fue “Depredador 2” y los secundarios parecen sacados de un programa de lucha libre, todo ello rodeado de una estética muy propia de ciertas películas de los 80 de serie B, con la violencia tan característica de esa época por muchos añorada, con un ambiente que recordaba a la película de John Carpenter “1997, Rescate en New York”, algo muy apocalíptico, húmedo, sombrío, un espacio adecuado para realizar una macabra cacería humana.

La película, por supuesto, no pasará a la historia, pero es interesante observar el comportamiento del público de la película, como zombis amaestrados. Lo demás, poco destacable y que Arnold se apuntase un tanto más en la taquilla.