Dirección: Roberto Santiago
Guión: Roberto Santiago / Osvaldo Soriano (Historia)
Reparto: Fernando Tejero (Fernando),María Botto (Ana), Marta Larralde (Cecilia), Carlos Kaniowsky (Santos), Benito Sagredo (Román), Javier Gutiérrez (Rafa), Enrique Villén (Adrián)
País: España


Estreno en España: 9 Marzo 2005

Sinopsis

Fernando es un perdedor. Un tipo gris, sin ambición, que trabaja como reponedor en un supermercado del barrio. En sus ratos libres, es portero suplente de un equipo de fútbol de tercera regional. El último domingo de la liga, decisivo porque el equipo se juega subir de categoría, el árbitro señala penalti y el portero titular se lesiona. Fernando tiene que ocupar la portería por primera vez en la temporada.

Por una serie de circunstancias el comité de competición decide que el penalti debe lanzarse el siguiente domingo, en la misma portería, con los mismos jugadores y con el campo cerrado al público.

Crítica

"El penalti más largo del mundo" según palabras de su director, Roberto Santiago, intenta ser una apuesta diferente a "Días de fútbol". A pesar de no estar ni basada ni inspirada en el film de David Serrano no podremos evitar sentir esa sensación de "deja vu" al ver todo un mundo recreado ¿de nuevo? para la ocasión, resultando sobradamente conocido por el espectador. En España el fútbol es un gancho, todos somos conscientes, y a pesar de que se pretende llegar mucho más allá de dicho deporte, éste será (junto a Tejero) el mayor reclamo del que disponga la película cara al público.


La película usa el pretexto del fútbol como catalizador de sentimientos, de emociones; es la vía de escape para unos protagonistas anclados y estancados en sus planas y aburridas vidas. La película no pretende centrarse en el deporte en sí, pero es el gran bastón donde se apoyan gran parte de los personajes y sobre el que, directa o indirectamente, dan vueltas todos ellos de manera inexorable. Por lo tanto... ¿qué decir? Decir que nos encontramos ante una película social con un elemento (el fútbol) que acelera y precipita unos acontecimientos (en este caso tan solo una semana es decisiva) que posiblemente nunca sucederían en el micro-universo, en esa pequeña sociedad (más o menos) realista que se nos presentan en este tipo de películas.


Los personajes no ofrecen gran cosa, siguen el típico patrón que estamos acostumbrados a ver y no se profundiza lo más mínimo; las situaciones vuelven a ser previsibles y provocan que conozcamos sobradamente la historia de todos los personajes, siendo algunas escenas rocambolescas las únicas que llevan, animan y levantan la dinámica del conjunto. Esta virtud también recae en los actores, ya que sin hacer un derroche de facultades cumplen y saben cómo meterse dentro de su personaje, de forma que la mayoría se hacen amenos y gracioso por momentos. Tejero está en su linea, quizás demasiado en la que ya todo el mundo conoce bien, y por lo tanto su trabajo no nos llega a sorprender. Es el Fernando Tejero que se espera y que se intuye desde que los primeros fotogramas llegan a nuestros ojos. El resto del reparto se deja llevar y en ocasiones parecen limitados por la piel que les suponen sus personajes en la película. Muchos pueden dar más de sí, Marta Larralde sin ir más lejos, pero no hay lugar para el lucimiento debido al poco jugo y al escaso interés que suponen la gran mayoría de ellos.

Resumiendo, un film fallido aunque sin llegar al punto de exasperar por sus despropósitos, simplemente transcurre en la linea de la mediocridad. Risas y sonrisas provocará durante su metraje, pero la poca solidez del conjunto, la previsibilidad y el uso de tópicos más que trillados harán que esas risas no compensen.

Rueda de Prensa

Nada más terminar la película tuvo lugar el pase de prensa al que pudo acudir CINeol. El director Roberto Santiago apareció acompañado del actor Luis Callejo y de las actrices Marta Larralde y Cristina Alcázar dispuestos a atender a los medios allí presentes.

El primer tema que se trató fue el hecho de puntualizar que "El penalti más largo del mundo" es una comedia donde el humor no es el fin, sino el medio que el director utiliza para contar al espectador una historia de personas cercanas, humanas, normales en las cuales la gente que vea la película se pueda reconocer. Esto es así en parte para no caer en falsos dramatismos, ya que se suele tender irremediablemente hacia ellos al rodar y contar historias sobre una clase media-baja. Roberto Santiago comenta que títulos como "El fenómeno" de Fernando Fernán-Gómez, o "La saeta rubia" son referencias clásicas que ha tenido en cuenta a la hora de rodar este trabajo, pero sobre todo ha tenido en cuenta las comedias sociales inglesas como "Full Monty" o "Tocando el viento", de la que se siente totalmente deudor por todo lo que ha aprendido de ella y de la forma de trabajar y de contar de ese film.

Con respecto a la pregunta que le realizó CINeol sobre si Fernando Tejero siempre fue su primera opción para el papel protagonista, Roberto nos contestó que el proyecto del film comenzó hace 4 años, cuando la productora Tornasol le consigue una copia del relato original sobre la que él trabajó dos años para realizar el guión. Con el trabajo acabado, propuso a la productora a Tejero, debido a que poseía las virtudes de poseer una vis cómica innata, de ser una persona que transmite muy bien la vertiente humana y la virtud de ser desconocido. Obviamente este último aspecto ha cambiado desde aquel momento, pero ese elemento sorpresa ha derivado en una publicidad muy beneficiosa para la película y su carrera en taquilla. Tejero leyó el guión y desde el primer momento aceptó, creándose una complicidad que a día de hoy aun es latente entre director y actor. A partir de tener firmado a Fernando, se emprendió una labor de casting muy intensa, donde Santiago tuvo la suerte de que las primeras opciones que barajaron acabaron siendo las definitivas y pudo contar con la gente que él quiso desde el primer momento.

Finalizando, se bromeó sobre una anécdota curiosa: la del casting para buscar un actor para un papel de árabe. Por lo visto fue muy difícil, se hicieron pruebas a cientos de candidatos árabes, pero parece ser que todos tendían a ir en exceso hacia el cliché o la misma caricaturación de sus compatriotas, cosa que no pretendía Roberto. En un determinado momento, contactó con su amigo Luis Callejo para que hiciera las pruebas y el resultado fue que un chico de Segovia resultó ser más árabe que todos los que habían pasado con anterioridad. Pudieron comprobar su buen hacer con el papel cuando en ocasiones se iban de cena y presentaban a Luis como un chico árabe, sin que nadie sospechara lo más mínimo.