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Crítica - Las Horas

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'Para encontrar la paz no puedes evitar la vida'

10/01/2005 - Por Sycamore

(5/5)

Adaptar una novela siempre es una tarea complicada en cuanto a que extraer aquel elemento del libro que ha sido la clave para llegar al lector supone un arduo 50% de la tarea. El 50% restante pertenece a la pericia del guionista y el director a la hora de traducir ese lenguaje literario a la pantalla, más complicado aún y en ocasiones casi imposible. Con la brillante novela de Michael Cunningham la adaptación resultaba muy complicada por la minuciosidad del autor a la hora de comentar, por ejemplo, una frase de dos palabras durante párrafo y medio. ¿Cómo trasladar todas las reflexiones de las protagonistas a la pantalla sin el tan manido uso de la voz en off? Stephen Daldry, tras su éxito de Billy Elliot, encuentra la clave en las actrices y en sus miradas. Los ojos son el espejo que nos hablan de todo lo que bulle en el interior de las tres protagonistas y son la clave de Las Horas.

Una historia dividida en tres, tres épocas distintas que se van entrelazando e interconectando con un libro de Virginia Woolf como protagonista: Mrs. Dalloway. Todo gira en torno a este libro en cuyas páginas se relata la vida de un día cualquiera en la vida de una mujer, y en la elevación de las cosas mundanas a cosas profundas y sentimientos universales, en una reflexión del mundo femenino y las inquietudes que se mueven dentro de las mújeres. En Las Horas la acción se centra por un lado en la propia Virginia Woolf, magistralmente caracterizada por Nicole Kidman, y su sensación de ahogo viviendo fuera de la ciudad a la que ama y odia simúltaneamente: Londres. En 1951 tenemos a una ama de casa, desgarradora Julianne Moore, que vive ahogada en su propia casa y en la mediocridad de su vida. En el 2001 tenemos a la personificación del personaje de Mrs. Dalloway, una Meryl Streep que alejada de un papel puramente lacrimógeno está muy comedida y correcta, aunque a un nivel inferior que sus dos compañeras de reparto. Esta Dalloway moderna vive atrapada y ahogada en un pasado en el que la felicidad para ella duró un verano y que, muchos años después, arrastra estos recuerdos sin posibilidad de redimirse. Vive sumida en su trivialidad y en sus memorias.

Las Horas es una película a la que es difícil de calificar. Todo depende de cómo penetres en las entrañas de estas tres mújeres y en si logras sentir la angustia e inestabilidad de las tres, si logras hacer tuyos sus deseos frustrados. Por eso es una película que normalmente produce opiniones extremas y confrontadas. O sea ama o se odia, o emociona o aburre, y normalmente, aunque sólo normalmente, las personas del primer grupo son mujeres y las del segundo hombres. Porque Las Horas es una película profundamente femenina, hecha por y para ellas, aunque también suponga un catálogo para empezar a entender al sexo femenino, generalmente más complejo y sensible. Por primera vez voy a abandonar el tono impersonal de mis críticas para decir que esta película a mí me marcó como pocas han logrado, y que sólo por eso se me hace difícil calificar objetivamente el film de Daldry: para mí fue más que una simple película.

A pesar de ello es inevitable intentar destacar varios aspectos sobresalientes del film. Por un lado tenemos un casting perfecto y unas actuaciones perfectas, destacando Nicole Kidman en un papel corto pero impoluto que le valió un Oscar y un Ed Harris demacrado y lastimoso. El montaje es también absolutamente coherente y en ocasiones conmovedor, y respetando bastante la propia estructura del libro hace que las tres historias vayan avanzando simultáneamente de tal forma que unas completen a otras. Es emocionante ver cómo según Virginia Woolf va decidiendo lo que hará con los personajes de su novela, éstas decisiones afectan a la vida de nuestra Dalloway real, Meryl Streep. En el montaje hay que tocar también la fotografía, pues resulta un referente constante para saber en qué época nos encontramos. Cada historia tiene unas tonalidades distintas que nos sitúan a la perfección. También es justo nombrar la música, emocionante desde las primeras escenas, y el maquillaje perfecto para caracterizar a Nicole Kidman.

Elementos todos que vienen a ser el acabado perfectamente pulido para una historia femenina y profunda, tremendamente humana en cada fotograma y que hace esperar con ansias el siguiente trabajo de Stephen Daldry, que tras un prometedor inicio de carrera con Billy Elliot confirma en Las Horas que, además de controlar todos los elementos de la película con maestría y coherencia, sabe rodar las entrañas de sus personajes con una facilidad pasmosa. Para acabar, la frase que mejor resume el sentido final de novela y película, dicha por Virginia Woolf: "Para encontrar la paz no puedes evitar la vida".

9,5/10

 

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