An Accidental Studio
Director: Bill Jones / Kim Leggatt / Ben Timlett
Intérpretes: Michael Caine (Él mismo) / Helen Mirren (Ella misma) / Richard E. Grant (Él mismo) / Terry Gilliam (Él mismo) / John Cleese (Él mismo) / Joanna Lumley (Ella misma) / Billy Connolly (Él mismo) / Bob Hoskins (Él mismo) / Neil Jordan (Él mismo) / Brenda Vaccaro (Ella misma) / A Martinez (Él mismo) / Eric Idle (Él mismo) / Ralph Brown (Él mismo) / Michael Palin (Él mismo) / Terry Jones (Él mismo)
Sinopsis: Película documental dirigida por Kim Leggatt, Bill Jones y Ben Timlett, quienes reconstruyen la década prodigiosa de los 80 y cómo la productora de cine Handmade Films contribuyó decisivamente a resurgir la moribunda industria británica. [...]
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Estreno 12 de Julio de 2019

CRÍTICA

George Harrison es mi Beatle favorito. Siempre he admirado su calma y su personalidad templada. Era como el Beatle que no quería ser Beatle. Como el niño que jugando con sus amigos de Liverpool llegó a ser uno de los músicos más importantes de la historia. George vivía ajeno a todo después de la separación de la banda. Y en ese todo se incorporaban cualquier tipo de paradigmas a su causa vital.

Fan de los Monty Phyton, cuando acudieron a él, porque los grandes estudios habían paralizado el rodaje de La Vida de Brian para que les echara una mano. Se dice que el bueno de George decidió pagar la entrada más cara de la historia del cine para poder ver una película. Y se la financió completamente de su propio bolsillo.

La película fue nunca mejor dicho crucificada en todos los sentidos y en todos los sectores. Pero salió victoriosa en taquilla y en sus posteriores ventas en el mercado de video. A día de hoy sigue siendo un clásico.

Harrison se encontró con un dineral con el que no contaba y con el nacimiento de una productora llamado Hand made films. De repente era productor y empezaron a aceptar historias con buenos presupuestos dejando paso a la imaginación de unos genios locos como el mejor grupo de humor de la historia. Los Phyton se sentían como en casa.

Pero como toda gallina de los huevos de oro si la estrujas y la presionas para que los siga poniendo, deja de hacerlo. Y el dueño de la granja .Harrison- se aburre de ver como se convirtió en un cruel negocio ya traspasado a las leyes de la industria americana. Algo que nació de manera íntima y familiar.

Pero para siempre nos quedará la aventura de unos tarados que durante una década jugaron a hacer cine y que dentro de ese periplo les salieron unas cuantas perlas.